Dejar a la familia y huir del país no ha sido la decisión más difícil que han tenido que tomar miles haitianos para poder ir en busca de una mejor vida, el reto, ha sido no desistir en el camino pese a los muros que la gente ha construido en su andar, como por ejemplo la discriminación.
Alexandre, es un haitiano que llegó a Ciudad Juárez hace cinco días, mismo que no ha podido conseguir un hogar de renta debido a su color de piel.
“Llevó 15 días tratando de conseguir un lugar de renta aquí pero nadie me ha dado la oportunidad al ver mi color de piel. Yo soy una persona muy correcta, si me dicen tú estás dentro de la casa, yo voy a pagar. Nada ha sido tan difícil como eso, que no se nos dé la oportunidad y que desde que salimos se nos cierren puertas”, dijo
El hombre es uno de los miles de haitianos que hace unos días lograron entrar a la frontera norte de México en busca del sueño americano.
“Nosotros no venimos a matar a nadie ni para abusar de alguien, venimos a vivir una vida mejor, a vender cosas para vivir, buscar la forma de tener un futuro que ahora no podemos buscar en nuestro propio país”, agregó el migrante de 32 años.
Mencionó que desde que llegó, ha tenido que hospedarse en un cuarto de paso por el cual paga 350 pesos al día y ya no le alcanza.
Alexandre, salió desde hace más de un año de Haití, y durante varios meses estuvo viviendo en Chile, buscando la forma de poder llegar a esta frontera con Estados Unidos.
Ahora esperará a que abran las fronteras para poder solicitar el asilo político, pues regresar al lugar del que viene huyendo no es una opción.
“Mi país tiene problemas muy difíciles, nosotros no tenemos oportunidades, no hay trabajo y si no hay trabajo no se puede comer. Mi deseo es poder darle una mejor vida a mi mamá. Ella se quedó en Haití”, puntualizó.