Treinta y cuatro años y cinco meses fue la sentencia en contra del sacerdote Aristeo Baca, la cual se dictaminó ayer jueves en una sala penal del Tribunal Superior de Justicia.
Se le ratificó la sentencia por el delito de violación agravada y abuso agravado en contra de una menor de edad.
Por motivos de salud, quien fue párroco de la iglesia Santa Maria permanecerá en prisión preventiva domiciliaria y ahora deberá cumplir con la reparación del daño a la víctima.
La resolución se dio al concluir el análisis del fallo del tribunal de enjuiciamiento conformado por los jueces Carlos Rodríguez García, Florina Coronado Burciaga y Arnulfo Arellanes Hernández.
El tribunal determinó que el sacerdote era culpable del delito de violación agravada que se cometió en dos ocasiones, a fines de diciembre de 2015 y el 28 de enero de 2018 y el abuso sexual agravado ocurrió en septiembre de 2016, todos ellos en la casa parroquial.
La víctima participaba como monaguilla en la parroquia del padre Aristeo, ubicada en la colonia Santa María y sus padres eran los tesoreros de la misma, además de que eran parte de la sacristía, trascendió en el juicio.