Hace más de 50 años, el oficio de fabricar y reparar zapatos resultaba algo más que un negocio, ahora, difícilmente sirve para sobrevivir.

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Francisco Rubio, es zapatero desde hace más de 50 años. Inició en una pequeña zapatería ubicada en su natal Hidalgo del Parral, más tarde, llegó a Ciudad Juárez donde formó y sigue siendo parte de la “Mona que Cose de León”, una tienda dedicada a la reparación y fabricación de zapatos desde hace más de 100 años en la zona Centro.

El señor de 62 años de edad, comentó que algo que los ha mantenido en la preferencia de muchos clientes, es tratar de hacer siempre lo que no se puede hacer en otras partes. “En otros lados les dicen que no y yo les digo que sí, y si no me lo sé, me las ingenio para poder hacerlo”, señaló.

Sin embargo, desde hace años, la clientela ha ido bajando y con la pandemia más. Primero les hicieron cerrar un mes las puertas del negocio, sin tener un ahorro con el cual subsistir.

El señor Rubio, expresó que este oficio ya no volverá a ser el mismo de hace años, cuando se fabricaban hasta cinco o seis pares de botas por semana, ahora si realiza un par en todo el mes, es mucho.

“Antes en donde quiera se miraba gente vaquera, bien vestida. Ahorita ya no, ya lo que atiendo más son zapatos de trabajo y algunos hasta me dejan aquí los zapatos y ya ni regresan”, añadió.

Por lo general, el único trabajo que le llega es la reparación de calzado, de máquinas y de bolsas.

Francisco, atiende a sus clientes sobre la calle Corregidora #278 en la Zona Centro, en un horario de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde. “Antes que estaba fuerte el trabajo nos íbamos hasta las 6:00 de la tarde, pero porque había trabajo, es más, nos íbamos y no acabábamos y ahora nos vamos y no empezamos”, concluyó.