Más de dos meses sin ingresos económicos, a partir de la contingencia por coronavirus tienen a grupo indeterminado de varones al borde de la hambruna y esperan ansiosos el momento en que empresas dedicada a la creación de parques solares les llamen para empezar a trabajar.
Sin más de unos cuantos pesos en su haber, sin respetar medidas preventivas contra coronavirus, porque no tienen para adquirir cubrebocas, menos una botella de gel antibacterial, una cifra variante cada día de estos padres de familia acude todos los días a plaza Félix U. Gómez esperando la llegada de representantes de las firmas Besster y JJM Construcciones, que ofrecieron varia plazas a hombres principalmente, pero también a mujeres.
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Con la desesperanza de no poder cumplir con su responsabilidad y obligaciones de padre, hacen llamado al gobierno para que los apoyen con algo de víveres. Aseguran acuden al quiosco de este espacio público porque ahí de vez en cuando les ofrecen "chambitas", que representan un ingreso mínimo, pero al fin y al cabo es dinero para llevar alimentos a la familia.
En dos meses o mas solo empresarios locales han entregado una despensa a algunos de ellos, lo cual agradecen aunque los alimentos sean insuficiente para satisfacer necesidades.
Recargados en la barda del quiosco o sentados en escalinatas, con la desesperanza reflejada en su rostro, cada que se detiene un camión o camioneta cerca de la laza, su rostro se transforma y literal, ruegan a Dios sea alguien que les ofrezca una "chambita" para aligerarles la pesada carga emocional por el desempleo.
Unos no se aguantan y maldicen al coronavirus, del que dicen respetan pero no le tienen miedo… "es peor morir lentamente de hambre", uno de ellos prende un cigarrillo y lo pasa al resto… dos o tres fumadas para mitigar el hambre.
"Queremos jalar, ojalá ya nos llamen de la fotovoltaica", se lamentan y luego señalan que algunos ya fueron llamados pero no se quedaron porque no pasaron el antidoping. Al respecto, Gabriela Ontiveros Espinoza, directora de Fomento Económico, informó que la firma JJM esta llamando paulatinamente a buena parte de estos desempleados, primeramente para exámenes antidoping y luego la inducción, "llamarlos o no es decisión exclusiva de la empresa, nosotros solo fungimos como intermediarios en la recepción de documentos".
Más hombres se sumaron a la espera, aseguran querer un empleo, no importa si es con las fotovoltaicas o limpiando terrenos, aunque también reclaman que ningún nivel de gobierno los haya considerado para una despensa.
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