El presidente Armando Cabada le prendió las veladoras a San Juditas, para que el gobierno federal no le recorte al presupuesto del 2020, en el Programa de Fortalecimiento para la Seguridad (Fortaseg). Dicho recurso ha ido en decadencia para los municipios y ahora que entró Andrés Manuel López Obrador las cosas han ido de peor en peor.
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A Ciudad Juárez se le asignaron en el 2018, poco más de 70 millones de pesos, en el 2019 fueron 43 millones y para el 2020 se contemplan solamente 30 millones. Así que la reunión a que fueron convocados los presidentes de municipios considerados regularmente en el Fortaseg, fue catalogada como una buena señal, ya que Cabada les planteó la importancia de que no se le hagan recortes a este municipio fronterizo.
La reunión fue convocada por el secretario de Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo Montaño. El presidente Cabada se llevó a su secretario de Seguridad Pública, el comisario Raúl Ávila Ibarra, para restregárselo a Durazo, ya que fue finalmente el funcionario federal quien se lo impuso como jefe policiaco, para lo cual tuvo que deshacerse incluso de Ricardo Realivázquez.
Así que ahora lo mínimo que se exige es que se le dé a Juárez lo que le corresponde en materia de recursos para seguridad. Si no van a dar más, al menos que no le quiten, le habrían dicho a Durazo.
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Queda claro que no les conviene a las autoridades echar las campanas al vuelo, cuando pasan unas horas sin homicidios. Después se chamuscan solos los funcionarios que presumen lo que no deben.
Cuando trataron de justificar los asesinatos, amenazas de bomba y ataques a vehículos mediante el fuego, aseguraban el gobernador Javier Corral y el fiscal César Augusto Peniche, que todo era porque los internos del Cereso estatal 3 estaban enojados porque les estaban revisando el edificio.
Juraban y perjuraban que todo se ordenaba desde adentro del penal. Así que cuando pasaron 60 horas sin ejecuciones, parecía que tenían razón, porque los reos habrían sido despojados de teléfonos celulares y se rompió la comunicación con los operadores en el exterior. Sin embargo, al paso de las horas se cayó el teatro, cuando la violencia se recrudeció en las calles nuevamente.
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Existe mucha molestia dentro de las filas juveniles del Partido Acción Nacional (PAN), porque los jóvenes ya no saben qué hacer ante la actitud inexplicable de Ramón Galindo, al querer encasquetarles a un grupo de jóvenes ex priistas, dentro de la Subsecretaría de Desarrollo Social, dándoles espacios de primerísimo nivel como es el que ocupaba Rogelio Loya, el corrido de Leticia Corral, que ahora ocupa Sandra Silva.
Dicen los juveniles que el plan de este grupo denominado Poder Alfa es ir corriendo a todos los panistas que trabajan dentro de la Subsecretaría de Desarrollo Social para ellos meter a los miembros de su agrupación y es que pareciera ser que a estas alturas de su vida el contador Galindo, anda enamoriscado de la Silva, a quien defiende a capa y espada y sus deseos para él son órdenes, aun cuando a kilómetros se puede ver su ineficacia e incapacidad para el puesto que le asignó.
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El ex compadre de Javier Corral, bajo la metamorfosis del partido de López Obrador, es ahora un ‘probo’ político.
El ‘agua bendita’ del mesías sexenal liberó a Cruz Pérez Cuéllar de todo pecado político y ahora es el ‘fuerte’ aspirante a la candidatura a la gubernatura, auspiciado por los reductos duartistas que esperan con ansias el próximo proceso electoral para vengarse del persecutor panista.
El senador ha sido inmune a la acusación que hizo el gobierno de Chihuahua en el sentido de haber recibido un mega embute de las arcas que saqueó su padrino político César Duarte y, ¿qué decir de lo que se robó cuando era dirigente del PAN?
Toda la estructura de comunicación social del gobierno duartista, así como una gran cantidad de ex legisladores del PRI, están listos para dar el apoyo logístico y político al senador juarense.
El legislador y sus huestes, han puesto sus ojos en la estructura de Educación. Auspiciado por el SNTE, se le ha permitido hurgar en las filas magisteriales que están molestas contra el corralismo.
Se dice que Pérez Cuéllar metió también las narices en la estructura de los Colegios de Bachilleres, en el Sindicato de Trabajadores del Municipio de Ciudad Juárez, en la Universidad Tecnológica de Chihuahua y opera, activamente en la Tecnológica de Ciudad Juárez.
Afirman también que en la Universidad Tecnológica de Ciudad Juárez ha utilizado sus encantos para seducir políticamente a Socorro Trevizo, otrora líder de un sindicato blanco que tuvo una metamorfosis morenista luego de una reunión con el senador Pérez Cuéllar.
La estructura sindical, sostiene una lucha mediática, que proyecta cumplir su compromiso, su pacto de sangre, realizado ante el senador que ha jurado desestabilizar todo lo que huela a Javier Corral.
Trevizo, Armando Arturo Reyes, Francisco Melitón Castellanos, Elva Lucila Vázquez y Felipe Chontal Ramos, los líderes del sindicato de la UTCJ y Rodríguez Morales, han confrontado a su conciencia. El ¿ser o no ser?, de uno de los soliloquios de la obra de William Shakespeare, Hamlet, está en la mente de estos líderes sindicales.
