Sentado en una silla sin respaldo con una pequeña mesa de madera deteriorada enfrente, don José se encuentra desayunando unas cuantas rebanadas de tomate, son pasadas las diez de la mañana y como cada día, disfruta un rayo de luz que entra por su puerta, no hay nadie a su alrededor más que unos cuantos muebles; está solo, pero feliz.
Y es que para él es mejor “estar solo que mal acompañado”, vive tranquilo, no hace corajes, no recibe maltratos y es feliz con el cariño y respeto que le demuestran sus vecinos.
Hace más de 30 años que José Eusebio vive solo en su hogar ubicado en el cruce de las calles Quetzalcóatl e Iztaccíhuatl, aunque tiene familia, no sabe mucho de ella, no los ha visto desde aquel entonces, pero eso no significa que no pueda valerse por sí mismo a sus 88 años de edad.
Don José se dedica desde hace cinco años a la carpintería, de ahí saca para comer, pagar recibos o algún gasto que le surja, anteriormente caminaba de barrio en barrio para ofrecer los marcos que realiza, sin embargo, ante la pandemia ya no puede.
“Extraño caminar por los barrios benditos del Señor, saludando a las rosas, andando en la calle conozco mucha gente, he andado por toda la ciudad y muchos me conocen”, expresó.
Hoy, en el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato a la Vejez, se aprovecha para que la sociedad en general pueda respetar y hacer valer los derechos que tienen todas las personas mayores de edad, donde puedan vivir una vida sin maltratos y abusos.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el estado de Chihuahua habitan 260 mil 532 adultos mayores de 65 años.
Mientras que a nivel nacional residen 15.4 millones de personas de 60 años o más, de las cuales 1.7 millones viven solas. De estas, el 60 por ciento son mujeres y el 40 por ciento son hombres.
Benjamín Rangel, director del Centro de Investigaciones y Desarrollo de Proyectos Sociales, Educativos y de Salud (CiDeSES), y asesor de Época de Oro, organización enfocada en mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, comentó que cada vez se requieren mayores políticas públicas de atención a este grupo social, ya que la mayoría del maltrato que se da viene del interior de la familia.
Dijo que actualmente los adultos mayores prefieren callar en lugar de denunciar cualquier tipo de maltrato, “Esto lo hemos visto a través de la experiencia que tenemos en Época de Oro, la mayoría de ellos no hacen la denuncia al tratarse de un familiar muy muy cercano”, agregó.
En esta organización que trabaja al servicio del adulto mayor hace más de 25 años, ha implementado un proyecto permanente para que estas personas conozcan sus derechos y sepan que la sociedad debe respetarlos.
En este lugar actualmente atienden a un total de 120 adultos mayores, los cuales viven en su mayoría del suroriente de la ciudad.
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