Cerca de 300 reos que fueron trasladados de Chihuahua a las islas Marías en Nayarit, podrían regresar a los ceresos en el estado, tras el cierre de esta última por instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien anunció la construcción de un centro de cultura y artes para dejar de ser un centro penitenciario, según explicó el fiscal general César Augusto Peniche.
Explicó que desde el 2011 al 2013 se enviaron varios internos del estado de Chihuahua, a fin de depurar los centros penitenciarios locales y federales, quienes podrían regresar con el cierre de las Islas Marías, que obligará a realizar obras de infraestructura para poder incrementar el número de la población de internos.
“A la hora que se lleve a cabo la redistribución deberán regresar a un centro penitenciario federal y locales; el hecho de desactivar islas María obligará a fortalecer infraestructura de los centros penitenciarios y con nueva modificación al Código Nacional de Códigos Penales, donde se vuelven a contemplar algunos delitos, se verá incrementado el número de población”, indicó el fiscal general.
Las Islas Marías, donde se construyó un penal desde 1905, dejará de serlo en breve para convertirse en centro de cultura y de las artes, ello luego que el presidente Andrés Manuel López Obrador firmara el decreto para reubicar a los presos con este nuevo anuncio del Gobierno Federal.
Durante el anuncio en su conferencia de prensa el presidente Andrés Manuel presentó un “grillete” de 16 kilogramos con los que se anclaba a los reos para que no escaparan de ese lugar, recordando que fue un penal de la época de Porfirio Díaz y es la historia de castigos, tortura, represión a lo largo de más de un siglo.
Las islas Marías, también llamadas islas Tres Marías, son un conjunto de islas localizadas en el océano Pacífico a 112 km de las costas del estado mexicano de Nayarit, al que administrativamente pertenecen de facto y jurisdiccionalmente son federales (de jure) ya que poseen su propio estatuto.
En la actualidad el Penal Federal Islas Marías es una prisión de bajo perfil o de baja seguridad, que puede albergar no más de 13 mil reos o colonos, mismos que viven con sus familias en casas provistas por la administración local.