Ciudad Juárez, Chihuahua.- De manera tradicional, como cada año, se llena de vida la muerte donde panteones comienzan a ser abundados de color, música y recuerdos, por familiares que aprovechan esta fecha para ir a visitar a sus muertos.
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El distinguido olor a cempasúchil, crisantemo y mano de león, hacen de estos recintos el lugar más visitado por los mexicanos durante la celebración, pues comúnmente las llevan para iluminarle el camino a sus difuntos.
Las calles que conducen al cementerio, se inundan de cruces florales, coronas con la imagen de algún santo, montañas de la flor típica del día, puestos de comida y gente esperando llegar a su difunto.
Entre música y lágrimas, algunos con sonrisas, recuerdan a sus seres queridos mientras comienzan a limpiar el sepulcro.
Tal es el caso de las hermanas Carlos, quienes al son de las canciones de Pedro Infante, comenzaron a pintar de blanco las rejas que protegen la tumba de sus padres.
Venimos a recordar a nuestros papás, traerles la música que les gustaba y pasar un tiempo con ellos, que sepan que no nos olvidamos de ellos Rosa Carlos, hija de los difuntos
Mientras ellas se ocupaban de limpiar y adecuar el espacio, una grabadora no deja de tocar las canciones que más les gustaban a sus padres, quienes se encuentran en el panteón ‘Tepeyac’. De esta manera recordaban la separación más reciente, que fue hace tan solo dos años con la muerte de su padre.
Dentro de la tradición del Día de Muertos, mucha gente acostumbra a tocarle música a sus difuntos, en especial las canciones que describan el dolor que siente por la ausencia.
Con acordeón y guitarra, José Luis Méndez y Miguel Ávila, esperan bajo la sombra de un árbol para ser contratados por los familiares de algún difunto que requieran de música para acompañar su agonía.
Este dúo norteño, dijeron estar presentes cada año, debido a que es la fecha donde más solicitan de su servicio, tocando canciones como: Te Vas Ángel Mío, Amor Eterno y Cruz de Madera, entre las más requeridas por la gente que asiste al panteón municipal ‘Chaveña’.
En este día en especial, los difuntos suelen mayormente ser recordados, sin embargo, existen también muertos a los que nadie reclamó y terminaron dentro de una fosa común en el cementerio ‘San Rafael’.
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Hoy en día, suman casi dos mil las fosas que datan desde el 2016, las cuales nunca tuvieron una familia a quien ser entregados para dar cristiana sepultura.
Con un pedazo de concreto blanco, y número con letras color negro, son como permanecen las tumbas de estos muertos, las cuales lucen igual todos los días del año, sin color, ni veladoras, pues aparentemente han sido olvidados y nunca encontrados.
Como también, muchos de los panteones son visitados por gente que viene de otros lugares, en su mayoría de El Paso, Texas.
José Estrada, ciudadano americano, dijo venir a ver a sus abuelos quienes se encuentran en el panteón anteriormente mencionado, es por eso que como cada año en estas fechas, se hace de tiempo para traerles un ramo de Cempasúchil y dos coranas.
Es una tradición muy bonita de México, la cual nunca se debería de perder, aprovechamos para visitar a nuestros muertos dijo el señor Estrada.
Hasta el día de ayer, a las 2:00 de la tarde se reportaba una afluencia de 390 personas en el cementerio de la ‘Chaveña’, 870 en ‘Colinas de Juárez’ y en ‘San Rafael’ mil 500, los cuales corresponden a el Municipio, según informó Jazmín Ibarra, vocera de Servicios Públicos.
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