Las proyecciones científicas señalan que por falta de agua, la Ciudad de México va a colapsar hacia el 2030, esto es en ocho años. Es una de las 10 ciudades a nivel internacional que se verán colapsadas. Y que las ciudades de Monterrey y Guadalajara, tienen también severos problemas de escasez del vital líquido que ya se visualiza en la Sultana del Norte y en el estado de Tamaulipas, donde las presas ya no contienen el vital líquido.
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Y no solo eso sino que toda la región norte del país tiene contaminación de arsénico. Padece ya la escasez y contaminación de los acuíferos con metales pesados debido a la profundidad de la que se extrae el agua y que sobrepasa los 1,500 metros y los estratos terrestres, como el arsénico, la contaminan.
Mientras más profundo se extraiga el agua en la Comarca Lagunera y otras regiones del norte, el agua va a estar cada vez más contaminada. Esas profundidades ya se pueden equiparar a muestreos en perforaciones petroleras, dijo en entrevista el ingeniero Rafael Espinosa Méndez.
Y lo irónico es que en tanto se requiere más y más investigación y estudios para resolver esta problemática de escasez del agua y aportar alternativas y soluciones, el gobierno de la Cuatroté, insiste en la desaparición del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), referente nacional y latinoamericano desde hace 35 años en la materia, puntualizó.
Secretario general del Sindicato de Trabajadores del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (STIMTA), comenta además a El Sol de México:
“No hay acuerdo de valorar que el Instituto debe permanecer. Estamos en un proceso de revisión salarial, pero las autoridades se presentaron la semana anterior sin ninguna propuesta de incremento. Es una situación de que ellos ven ya muy segura la extinción del Instituto”, dice con un dejo de tristeza.
¿Cuántos años de vida, de investigación del Instituto se van a perder?
-Son 35 años desde su creación en 1986. Con un bagaje de investigación que se ha hecho en este tiempo. O sea, somos un referente nacional y latinoamericano. Todo eso se va a perder, porque la mayoría de los investigadores de extinguir el IMTA y anexarlo a la Conagua, los compañeros investigadores se van a jubilar.
¿Cómo cuántos?
-Más o menos de 205 investigadores, 150 ya están en posibilidades de jubilarse y pensionarse.
¿Cómo acabar con esta institución cuando se agudiza la falta del vital elemento en varias regiones del país?
-Toda esa trayectoria se va a perder. La situación es muy grave por la sequía. Y en el caso de la región norte, lo calidad del agua que se extrae ya es perjudicial inclusive para la flora y fauna.
En el IMTA tenemos estudios del balance hídrico y de la cultura del agua. Pero estamos en esa disyuntiva de que se va a perder toda esa parte.
¿Conagua es un ente público administrativo?
-De acuerdo a la Ley General de Aguas, la Conagua es la entidad que se encarga de la operación y administración de los recursos hídricos. Y en el caso del IMTA, su misión es investigar, desarrollar tecnología y preparar los recursos humanos.
Esa es la gran diferencia entre la Conagua y nosotros. No hay duplicidad de funciones. Somos un centro público de investigación. Y algo relevante. Somos 205 investigadores; en la Conagua hay miles de trabajadores. Su trabajo es básicamente administrativo.
EN CÁMARA DE DIPUTADOS HACEN LARGAS
Ya nos acercamos a la Comisión de Recursos Humanos, Aguas y Saneamiento de la Cámara de Diputados, para resolver las inquietudes del diputado Rubén Gregorio Muñoz Álvarez, de Morena. Quedaron de venir al Instituto antes de que acabara febrero.
Por oficio, les vamos a entregar Gregorio y a los 36 integrantes de la Comisión para decirles que estamos listos, para que conozcan el Instituto. Con esto, buscamos que haya un pronunciamiento verdadero del Grupo Parlamentario de Morena.
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Muñoz Álvarez se comprometió el 8 de octubre de 2021 en reunión de esa comisión le expusieron los proyectos que pidió el diputado. Con ello se constata que el IMTA tiene la tecnología para resolver esos problemas.
Ese diputado se comprometió a venir y hacer una reunión para que todos los legisladores vinieran a las instalaciones y nos conozcan. No lo han hecho y ya terminó febrero, dijo con desaliento.
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