El atentado a las Torres Gemelas de Nueva York, del 11 de septiembre del 2001, generó un impacto para Ciudad Juárez en su relación con Estados Unidos, en los ámbitos comerciales, económicos, deportivos y culturales.
Como consecuencia los puentes fronterizos se cerraron, las revisiones y los trámites para ingresar a Estados Unidos se incrementaron. Existía el temor que volviera a pasar algo similar.
Para los fronterizos ya no era tan fácil cruzar a Estados Unidos, cuando antes del atentado pasaban tranquilamente, sin contratiempos y con la palabra “American”; grupos escolares podían tramitar un permiso y conocer partes de Estados Unidos, tradicionalmente Las Cavernas,Alamogordo y Ruidoso.
Los corredores sin tener pasaporte podían cruzar a El Paso, Texas en la Carrera Internacional de la Amistad, que originalmente iniciaba en el estadio 20 de Noviembre cruzaba a Estados Unidos y regresaba para terminar en el punto de partida; después de esa fecha no volvieron a cruzar.
“La relación de Estados Unidos con el mundo cambió tremendamente a partir de ese día, se cerraron las puertas, ha sido más difícil entrar a Estados Unidos ya sea como turista o en este caso en una situación comercial, como transporte de carga, debemos de recordar que a partir de las Torres Gemelas el gobierno americano a través de la aduana de CBP crea el C-TPAT, qué es una certificación, también la línea express para las personas que cruzamos a Estados Unidos, que es una certificación de seguridad de las personas y las compañías”, resaltó Manuel Sotelo, empresario de transportes de carga.
“Tenemos que certificarnos en procesos de seguridad y tiene que estar certificado el operador, que va a conducir la unidad, el transportista y el exportador y esto definitivamente es a raíz precisamente de ese cobarde atentado que se hizo hace 20 años”, añadió.
Destacó que en los primeros días, después del atentado, los tiempos para cruzar eran de hasta siete, ocho horas.
“Ellos (autoridades de Estados Unidos) preocupados por la seguridad de su país están viendo en cada vehículo, en cada persona que cruza, imagínese en un trailer viendo la posibilidad de que fuera algo, cambió la manera de tratar Estados Unidos al mundo”, enfatizó.
Manuel Sotelo mencionó que 20 años después de aquel lamentable suceso, son más empresas las que se han certificado y el C-TPAC, ya es un proyecto más estandarizado.
“Cada día es más fácil que la autoridad detecte si algunos de los que estamos en la cadena de suministro cumplimos o incumplimos, hoy hay más empresas certificadas y bueno, ya no hay esas líneas de siete, ocho horas de pánico que hubo en los primeros días”, dijo.
“La apertura que antes había se cerró y hoy hay controles en las entradas a cualquier parte de Estados Unidos, incluso hay algunos países que no les permiten llegar“, finalizó.
Alejandro Sandoval, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, mencionó “ese tipo de incidentes o de circunstancias que de manera muy global se les dice geopolíticas son elementos que se conciben dentro de lo que llamamos en economía la balanza de riesgos.
“Puedo decir ahorita que la economía en el 2021 va a crecer 6 por ciento, pero la balanza de riesgo incluye una cantidad de temas y esos temas estarán como potenciales cosas que si pasan mal van a provocar que no lleguemos al 6”, explicó.
Recordó que en esas fechas Vicente Fox llegaba a la presidencia de México y en su relación con Estados Unidos fincaba bases que daba confianza ver que venían cosas muy buenas y de repente pasa lo de las Torres y México pasa como a quinto nivel de interés de Estados Unidos.
“Se llegó a hablar incluso en uno de los momentos previos a la toma de protesta de Fox y de Bush, a principios del 2001 de una reforma migratoria, el tema de las Torres obviamente inhibió que pasaran mejores cosas. Qué pudo haber sido muy diferente, no lo sé. no sé si se hubiera realizado la reforma migratoria, si hubiera pasado eso también tendrían que pasar otras consecuencias, el tema de las remesas sería muy diferente”, indicó.
Resaltó que luego del atentado, Estados Unidos inició un proceso de guerra contra el terrorismo, que provocó gastos de cantidades hasta indecibles de dinero.
“Muchas veces la gente en la vida diaria considera que las cosas de la economía, son las cosas de dinero y eso es un error, las cosas de la economía son las cosas de los recursos, dentro del mundo de los recursos está el dinero pero por ejemplo también está el tiempo”, manifestó.
“Al final del día estamos mejor hoy que paso lo de las Torres a que sino, yo dijo que no, digo que pudimos haber estado mejor sin nunca hubiera pasado eso”, concluyó.
Fernando Carbajal de la Onexpo en Ciudad Juárez, que es la unión de asociaciones de empresarios de la industria de hidrocarburos líquidos, mencionó que deben de cumplir con todas las medidas de seguridad, pero no fue algo que se originó a raíz del atentado.
“Cuando empezamos a remodelar con la franquicia de Pemex si se nos pusieron muchas regulaciones, todas las medidas de seguridad nos pusieron, agarraron parejo, tanto las tuberías, sensores de los tanques de sobrellenado, muchas regulaciones y sigue habiendo regulaciones para las estaciones de servicio”, dijo Carbajal.
Ricardo Garcia, presidente de la sección especializada de centros cambiarios de la Cámara Nacional de Comercio, comentó “el impacto pudiera ser financiero, ese evento seguramente desestabilizó el sistema financiero y los mercados, las bolsas pudieron haber colapsado, sufrido cambios importantes y en este caso el tipo de cambio”.
En el ámbito deportivo, la Tradicional Carrera de la Amistad que por años cruzó a Estados Unidos, después de lo sucedido en el 2001 ya no se permitió.
“A nosotros nos generó el bloqueo en la Carrera de la Amistad, ya no podía ingresar a Estados Unidos, ese fue el efecto más inmediato y posteriormente la imposibilidad de sacar permisos sino tienes el documento, lo que es el pasaporte, la visa, antes sacábamos permisos deportivos, era mucho más sencillo, se volvió mucho más burocrático los trámites”, informó David Serna, quien en ese año era el encargado del estadio 20 de Noviembre, de donde arrancaba la carrera.
“Todavía hasta el año 2000 cruzábamos al Paso, pero ya en esa, quienes pasaron era porque presentaron su pasaporte y lo acreditamos una semana antes y ya después nos bloquearon, no pudimos hacer el cruce, es más ni nos dieron oportunidad de hacer los trámites ”, agregó.
Daniel “Chito” Cereceres, presidente de la Federación de Asociaciones de Vendedores de autos de la Franja Fronteriza, destacó que veinte años después del atentado no tienen ninguna afectación por este motivo en su actividad comercial.
“Cuando sucedió el evento en el año 2001 definitivamente ahí sí nos vimos perjudicados en la economía de nuestro comercio, porque se pusieron muy restrictivos en el tema de las visitas a los aeropuertos, en el tema donde se congregaba mucha gente para comprar vehículos en los remates estaban temerosos de que sucediera una actividad similar, a lo que sucedió en las Torres”, mencionó Cereceres.
“A estas alturas después de veinte años recordamos el evento con mucha tristeza, fue una de las invasiones al país más poderoso del mundo , Estados Unidos, que dejó huella y un precedente para muchos años”, añadió.
El acontecimiento del 11 de septiembre del 2001 también generó afectaciones en el ámbito cultural, para esta frontera.
“Si hubo un gran impacto en lo que tiene que ver con la cultura en la frontera, en ambos lados de la frontera, porque al cerrarse las fronteras la comunidad binacional ya no pudo acceder a una oferta cultural más amplia”, mencionó Blas García, subsecretario de Cultura en la Zona Norte.
“Ni la gente del lado de Texas podía venir a Ciudad Juárez a los eventos culturales ya que las restricciones fueron más fuertes por parte del gobierno estadounidense y la gente de Ciudad Juárez, del Valle, de toda la zona norte del Estado no podía cruzar porque las revisiones a partir del 11 de septiembre fueron un cambio radical, las revisiones, las filas de espera, el escrutinio al que eran sometidas las personas que iban a El Paso, a las Cruces o a lugares más cercanos era prácticamente imposible hacerlo”, destacó.
Hizo énfasis que el atentado de hace 20 años cimbró la vida, no solo comercial, social en la dinámica de la frontera, sino también cultural.
“Uno tiene por lo general en la frontera poder acceder a más bibliotecas, a más conciertos, a más libros, a una gran cantidad de cuestiones culturales de intercambio en el Paso, en las Cruces, en Santa Fe, Albuquerque, etcétera y a raíz de esta tragedia se complicó la vida para todos en el ámbito cultural, no pudimos acceder a muchas cosas que había en Texas y también los texanos ya tenían recomendaciones de no venir, luego esto hacía pensar en los tiempos de espera y la cultura se vio afectada en ese sentido, todos los ámbito de la vida se vieron afectados, pero también el ámbito cultural” finalizó.
