Culiacán, Sin.- De lunes a jueves de esta semana, Culiacán y sus alrededores comenzaron a vivir la pugna entre dos facciones del Cártel de Sinaloa, por lo que la ciudadanía que ha quedado atrapada entre el miedo y la zozobra.
Ante la pugna, las autoridades han tardado en responder y las personas, por sentido común e instinto, han tomado sus propias medidas de seguridad, incluso basadas en noticias falsas que circulan en redes sociales.
Como estrategia de terror e intimidación, se han despojado vehículos particulares y transportes de carga para quemarlos y utilizarlos como escudo en acciones de persecución.
Al mismo tiempo, la utilización de ponchallantas ha causado graves daños al patrimonio de automovilistas, que no forman parte de las disputas por los territorios.
Culiacán amaneció el lunes con una serie de enfrentamientos en el casco urbano y bloqueos a la salida sur, sobre la carretera libre a Mazatlán.
Alrededor de cuatro personas fueron víctimas colaterales de estos hechos, mientras se dirigían a su trabajo, quedaron lesionados de bala, fueron tres hombres y una mujer.
Al mismo tiempo se registraron balaceras entre las fuerzas de seguridad y grupos armados en la sindicatura Costa Rica y la zona de El Carrizal. Por la tarde, los enfrentamientos se extendieron hacia la zona de la carretera que comunica al municipio Eldorado, en el entronque con la carretera que comunica a Villa Juárez, Navolato.
El transporte público urbano suspendió operaciones y la gente quedó a la deriva en diversas zonas de la ciudad, ante el temor de los choferes de camiones de resultar heridos en el fuego cruzado.
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El martes, la jornada violenta continuó en diversos sectores de la ciudad y hacia la salida sur de la capital.
En videos que circularon en redes sociales, se podía observar convoyes fuertemente armados y sicarios con y sin capuchas; de fondo se escuchaban audios con frecuencias de radio donde los grupos beligerantes anunciaban que se “iban a dar en la madre” entre sí.
De nuevo el sistema de transporte público en la capital del estado y escuelas, incluso universidades como la Universidad Autónoma de Sinaloa y la Universidad Autónoma de Occidente, suspendieron labores para salvaguardar la integridad física de sus alumnos.
Los asesinatos y las privaciones ilegales de la libertad de personas continuaron, incluso falleció uno de dos militares heridos en un enfrentamiento.
Culiacán se enfrentó a bloqueos en distintos puntos
La violencia alcanzó ese día a Elota y a la autopista Mazatlán-Culiacán, ya que hubo despojos de tráileres para atravesarlos y bloquear el acceso en ambas direcciones.
Casi de manera simultánea, se suscitaron diferentes bloqueos en distintos puntos de Culiacán, uno de ellos se llevó a cabo en Barrancos, donde incendiaron un camión de una compañía refresquera, obstaculizando el paso.
Videos compartidos por usuarios de redes sociales dieron muestra de los bloqueos y las largas filas de unidades que se encontraban en carretera de cuota.
En Mazatlán, ante el temor de que la violencia se extendiera, planteles educativos suspendieron clases en el turno vespertino, pero se trató de una decisión tomada por las autoridades de los planteles, no por la SEPyC.
Pueden seguirse presentando esos eventos de violencia: Rocha Moya
Por su parte, el gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya emitió un comunicado en el que informó que estos hechos de violencia podrían seguir ocurriendo en Culiacán.
“Pueden seguirse presentando esos eventos de violencia y sabemos que son confrontaciones entre dos grupos delincuenciales, ya hay una orientación de cómo atacarlos y atendemos, estamos entonces controlando esos focos”, dijo.
Este jueves la violencia continuó en su máximo esplendor, pues desde la madrugada comenzaron a reportarse los "levantones" de al menos seis personas en distintos puntos de la ciudad.
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Posteriormente se informó sobre el asesinato de un sujeto en un supermercado al sur de la ciudad.
Nota publicada originalmente por El Sol de Sinaloa.
