Toma nota: estos documentos necesitas para cruzar a tu perro a EU
Como muchos habitantes de la región, Jacinto vive entre dos países. Sin embargo, debe cumplir una serie de requisitos sanitarios.
Alberto de la Hoya
Jacinto es un husky siberiano de pelaje blanco con manchas grises que no conoce de muros ni geopolítica. Desde que era un cachorro, ha cruzado la frontera entre San Luis Río Colorado y San Luis, Arizona, para visitar a sus “abuelos” —los padres de su dueño— y acudir a sus citas veterinarias. Lo hace en auto, por la garita internacional, como si fuera un miembro más de la familia. Y lo es.
“Desde pequeño lo traemos al veterinario acá en San Luis Río Colorado porque es más económico, y además aprovecha para convivir con mis papás, que lo adoran”, cuenta Iván, su dueño, residente del lado estadounidense. “Jacinto es parte de nuestras dinámicas familiares; cuando no lo traemos, mi mamá hasta sé agüita”.
Como él, muchos animales de compañía en esta región fronteriza forman parte de una movilidad transnacional poco visible, pero cotidiana. Sin embargo, no todos los dueños conocen o cumplen con los requisitos legales que permite el cruce internacional de mascotas. Y eso puede traerles problemas.
Requisitos para cruzar con mascotas hacia EE.UU.
De acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), los requisitos principales para ingresar con un perro o gato a EE.UU. desde México son:
Certificado de vacunación contra la rabia, emitido por un veterinario autorizado y vigente (la primera vacuna debe haberse aplicado al menos 30 días antes del cruce).
Constancia de buena salud, también firmada por un veterinario, con fecha reciente.
Identificación del animal (collar con placa, chip —si se tiene—, o datos impresos).
Que el animal esté limpio, sin signos de enfermedad visible.
Adicionalmente, los oficiales pueden inspeccionar al animal y al vehículo, y tienen la facultad de negar el acceso si consideran que hay riesgo sanitario, o si falta algún documento.
¿Y si no cumples con los requisitos?
Si un dueño intenta cruzar sin los documentos exigidos, se expone a varias consecuencias:
Retención del animal: CBP puede detener al perro en cuarentena o negar su entrada.
Multas económicas al propietario.
Reporte a las autoridades veterinarias del estado fronterizo correspondiente.
Prohibición temporal para cruzar con el animal en el futuro.
“A veces la gente piensa que, como el perrito va en brazos o es tranquilo, no pasa nada. Pero si el oficial decide revisar, y no hay papeles, no hay cruce”, explica una oficial de CBP en el puerto de entrada de San Luis, quien solicitó el anonimato por no estar autorizada a declarar públicamente.
“Todo en regla… como cualquier otro ciudadano”
Iván, el dueño de Jacinto, lleva siempre una carpeta con los documentos del husky cuando cruzan. “Lo vacunamos en México, pero me aseguro de que el certificado venga en inglés y con los datos correctos. También tenemos una carta de salud actualizada cada tres meses, por si acaso”.
/ Foto: Cortesía / Iván García
Para él, Jacinto no es “una mascota más”, sino parte de una rutina fronteriza que refleja cómo las familias viven divididas por una línea, pero unidas por afectos, deberes y vínculos cotidianos.
Establecen como meta recolectar por lo menos una tonelada de croquetas
Samaria Ortiz organiza croquetón en apoyo a 3 albergues; la meta es reunir por lo menos una tonelada de alimento para perros y gatos“Hay días que mi mamá me lo pide por videollamada, quiere ver cómo está. A veces lo traigo solo para eso: para que lo abrace, e haga compañia y lo saque a pasear al parque donde jugaba cuando era más joven. Él reconoce su casa del otro lado”.
Jacinto no es el único. En esta frontera hay mascotas que cruzan para pasear, para recibir tratamiento médico, para acompañar a sus dueños en compras o simplemente para no quedarse solas en casa. En algunos casos, incluso son binacionales: nacieron de un lado y ahora viven del otro. La línea puede ser firme en términos de política migratoria, pero no en lo emocional. Ni en lo canino.