El pasado jueves 29 de Octubre el entonces secretario de seguridad pública y protección ciudadana Alfonzo Durazo presentó su renuncia formal a su cargo, motivado a buscar la nominación a la gubernatura por el estado de Sonora, entidad vecina a Chihuahua que al igual a la nuestra enfrentan problemas de seguridad relacionados con el narcotráfico y crimen organizado. Con la gradual desaparición de los cuerpos policiacos no militarizados como fuerzas del Estado, México apunta hacia la militarización total del país, con la presencia de la guardia nacional, creación de esta administración federal.
Resulta incongruente que el ex secretario Durazo busque gobernar un estado cuando su único logro fue usar eufemismos para pretender un éxito en la realización de sus funciones; utilizando las palabras “contención” e “inflexión” ha repetido un discurso de disminución de la criminalidad aun cuando las cifras de asesinatos alcanzan las 65 000 personas asesinadas. Su manera de presentar datos, aunado a su retórica triunfalista y subjetiva así como su nulo carisma lo evidencian como un político más, una persona insensible ante la catástrofe que ocurre en nuestro país. Ese discurso que Durazo se empeñó en recalcar como hechos y resultados dista mucho de la realidad; la 4t se ufana de combatir el crimen organizado dándole prioridad a las causas estructurales, argumento con el cual los programas sociales de López Obrador se han hecho de forma extensiva. Sin embargo, el crimen organizado y narcotráfico controlan el presupuesto de los gobiernos, así también tienen una presencia importante en las actividades empresariales, culturales y políticas del país. Si bien la guerra contra el narcotráfico se ha mostrado una y otra vez como una mera estrategia fraudulenta, definitivamente no se puede asegurar un futuro libre de esta actividad apoyándose solo en los programas sociales que el Estado solvente. Pareciera como una forma de excusarse ante lo que ocurre, utilizando el argumento de la temporalidad como condición de los cambios.
En recientes declaraciones el ex Delegado Federal del Bienestar Juan Carlos Loera de la Rosa declaro que en Chihuahua se contaban con cerca de 5000 elementos de la Guardia Nacional en apoyo de las policías locales para combatir el crimen organizado, aunque nunca menciono que su actividad en su gran mayoría se centraba en cuidar el puente de los peligrosos migrantes que intentan cruzar al vecino país o de los peligrosos campesinos que luchan por tener agua pero la enajenamiento del gobierno los ve como peligrosos delincuentes.
Culpar a Alfonzo Durazo de la inseguridad que acontece en nuestro país, estado o ciudad sería irresponsable ya que se encuentra en el mismo lugar de los gobiernos anteriores a este, conserva una carrera limpia alejada de los reflectores del escándalo de corrupción hasta ahora, es pues un político con una carrera limpia e impecable, de carácter tranquilo y por lo mismo mesurado a la hora de hablar que lo hace tener un discurso sin estridencia. La politización de la delincuencia es un tema que da votos y en Chihuahua los precandidatos ya explotan el sentimiento de inseguridad que tenemos contra los que la administran, el gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador y el del estado Javier Corral en un acto de inmadurez prefirieron utilizar a la guardia nacional como bandera política y se acusaron de pasar información a los criminales. En Sonora la especulación y el discurso en contra de la poca efectividad de la prevención lo harán fácil de ataque. La respuesta es fácil de contestar y se volverá un blanco de ataques políticos.
Desgraciadamente en política los logros se miden por los resultados y en la prevención de la seguridad él secretario y el gobierno federal se encuentra con una muy baja calificación, el rojo de la sangre camina por las comunidades de nuestro país, la percepción de inseguridad que tenemos lo convierte en un posible mal gobernante del estado.
El mismo día que anuncio su salida como encargado de seguridad de nuestro país fue asesinado el periodista y conductor de noticieros de multimedios Telediario del canal 6 Arturo Alba Medina en un ataque cobarde por criminales que lo esperaban en una colonia céntrica de nuestra ciudad, los 3 niveles se encuentran muy lejos de garantizar la seguridad del gremio periodístico y la población en general. El periodista y maestro del Instituto Tecnológico de Cd. Juárez deja hijos llenos de luto e incertidumbre al no comprender que paso con su padre, en la sociedad un mal sabor de boca mientras los encargados de seguridad como Alfonzo Durazo y el fiscal Cesar Peniche festejan el día de muertos y sueñan con gobernar amparados en la popularidad que les otorga dar entrevistas a periodistas como Arturo Alba Medina, aunque solo declaren mentiras.
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