“Si del cielo te caen limones, has limonada” dice un dicho mexicano, el cual significa que en la adversidad debemos aprovechar las oportunidades, para mejorar los problemas que tenemos. A quienes vivimos en Ciudad Juárez, ésta popular frase “nos cae como anillo al dedo”; los juarenses seguimos trabajando para salir adelante, aun ante los evidentes problemas que todos tenemos.
Los habitantes de esta ciudad padecimos y seguimos padeciendo una violencia criminal que atenta contra el común de la sociedad y, que nos ha llevado en alguna época a tener varios títulos que nos han dado un negativo reconocimiento mundial.
En el año de 1993, esta ciudad empezó a ser reconocida como una zona de violencia para las mujeres; “las muertas de Juárez” fue un adjetivo que invadió a los principales medios de comunicación internacionales, al realizar extensas investigaciones, acompañadas por las organizaciones de la sociedad civil local, nacional e internacional. Películas, documentales y libros han hecho que esta problemática fuese del conocimiento en el mundo entero. La Fiscalía de la Mujer fue creada por presión de los grupos de defensa de los derechos de la mujer, sin embargo, no ha logrado contener los crímenes en su contra y siguen sucediendo en las diferentes colonias de la ciudad. Los gobiernos municipal y estatal criminalizan a las víctimas de homicidio al calificarlas como parte de una estructura criminal, y el gobierno federal ha decidido catalogar a las organizaciones que luchan por los derechos de la mujer como una amenaza para la 4t. La violencia sexual y física en contra de la mujer sigue siendo un tema en el cual estamos inmersos la población de una manera u otra, y por lo cual, tristemente nos hemos “acostumbrado” al resultado del trabajo poco efectivo que han realizado las autoridades encargadas de cuidar a nuestras mujeres. Las condenas de los organismos de derechos humanos locales e internacionales, retratan la obligatoriedad del sistema mexicano por resolver estos crímenes, que han sido olvidados tanto por los gobiernos anteriores, como por el actual Gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, al permitir acciones en contra de la mujer que vulneran su libre derecho a decidir.
Por otro lado, en el año 2007 en el estado de Michoacán, el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa decide llevar una lucha contra el narcotráfico. El Ejercito Mexicano fue el encargado de llevar a cabo dicho operativo, dando como resultado un incremento de la violencia tanto en nuestro estado, como en varios estados del país. Una vez más, Ciudad Juárez recibió el mote de “la ciudad más violenta del mundo” según el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, al tener indicadores de criminalidad que por mucho superaban a las también denominadas “ciudades violentas” que en ese momento también recibían ese nombre, en otros países; nuestra ciudad alcanzó niveles de violencia que llegaron a superar la cifra de 10,000 muertes por año. La ciudadanía tenía la apreciación de que la policía estaba comprometida con los grupos criminales y que los mandos policíacos se encontraban en las nóminas de los delincuentes; y una vez más, la ciudadanía volvió a sufrir de cerca la violencia, al ser testigo de asesinatos, secuestros, robos, y muchas otras actividades criminales. Actualmente, la ciudad se encuentra con estadísticas de personas fallecidas, muy por debajo de las cifras que existían en la década pasada; pero aun así, dolorosamente se sigue considerando a nuestra ciudad como una de las más violentas del país.
Como es del conocimiento de todos, los habitantes del mundo enfrentan actualmente una contingencia sanitaria denominada SARS- coV- 2 y nombrada como Coronavirus. Esta situación extraordinaria una vez más nos brindó un nuevo título; nuestra ciudad fue reconocida en el mes de noviembre del 2020 (junto con la ciudad vecina de El Paso, Texas), como el punto de contagio más alto del país. Desgraciadamente, los fallecimientos aumentaron considerablemente, haciendo notar que tan “efectiva” es la estrategia que utilizan los gobiernos Municipal, Estatal y Federal, para abordar la contingencia. Los 3 niveles de gobierno decidieron minimizar el problema, y a pesar de la gravedad de la situación, siguieron realizando actividades de forma regular. En nuestro estado, incluso siguió la promoción de los partidos políticos y se realizaron reuniones en las vísperas de la renovación de la gubernatura; siendo éste un factor más para el aumento de los contagios entre los juarenses. El gobierno Federal es quien decide cual es el paso a seguir; decidió concentrar la inmunización de los habitantes en los estados y municipios que ellos decidieron, mientras otros ni siquiera son tomados en cuenta. Los profesionales de la salud aún no han sido vacunados, por lo tanto, tampoco sus habitantes. Los 2,807 muertos son responsabilidad del Gobierno de la Republica, al concentrar todas las actividades de prevención y atención de este fenómeno solamente en los lugares donde ellos eligen aplicar la vacuna. Los muertos han disminuido actualmente, la ciudad ha recuperado su movilidad y los habitantes esperan pacientemente la llegada de las vacunas y esperando que pronto el gobierno nos tome en cuenta para continuar desarrollando esta ciudad.
Sin embargo, Ciudad Juárez vuelve a estar expuesta a la violencia debido al desempleo y la falta de oportunidades que persisten, ocasionando una nueva ola de asaltos que suceden diferentes horas del día y en diferentes lugares, incluso lugares públicos y de esparcimiento familiar que antes no eran considerados de peligro para asistir. Ante ésta nueva problemática, es muy difícil tener cifras certeras debido a la poca o nula confianza de la ciudadanía en las autoridades de actuar o darle seguimiento a los casos de robo o asalto; lo que ocasiona que no se denuncien los actos delictivos que aquejan a los ciudadanos. Desgraciadamente, éstos van en aumento y son un secreto a voces que en este momento se está conociendo que sucede, porque es una problemática que cada día inunda las redes sociales a través de la denuncia informal que realizan en ellas, los usuarios que sufren un acto delictivo.
Los encargados de brindar la seguridad a nuestra ciudad, han dejado mucho que desear. Armando Cabada se ofreció como un gobernante honrado y capaz de dirigir a nuestra ciudad, pero se olvidó de brindar la seguridad a los ciudadanos y ahora está siendo considerado como candidato a diputado. El Fiscal General del Estado, Cesar Agusto Peniche se auto promocionó como precandidato a la alcaldía, pero en su puesto, el trabajo que realizó fue de mediocre a malo y posiblemente no se le recuerde al final de esta administración. El Presidente de la República decidió desaparecer los recursos que se tenían para la prevención y lucha contra el crimen, estableció una política centralista entregando dinero para alejar a los jóvenes del crimen, sin embargo, el crimen sigue sucediendo en esta ciudad; creó la Guardia Nacional con elementos de la policía federal y del ejército, pero los resultados han sido desastrosos para los ciudadanos.
Los habitantes de Ciudad Juárez nos hemos acostumbrado a vivir con la violencia e incluso fuimos nombrados por distintos organismos internacionales como “resilentes”. La resilencia es definida como la capacidad que tienen las personas para sobreponerse a las adversidades que se le presentan en la vida diaria. Los habitantes de esta ciudad seguiremos “haciendo limones” o mejor dicho, seguiremos siendo resilentes, ya que después de todo nos hemos acostumbrado a seguir y existir con ansiedad y temor en esta ciudad.
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