Ciudad Juárez, Chihuahua.- Compañía Taller de Teatro, quien desde hace ya más de 7 años se desenvolvió como grupo representativo en el Centro de Seguridad Social, mejor conocido como La Asegurada, ahora se encuentra en la incertidumbre, ya que se están preparando las instalaciones para ser convertida en una clínica de atención médica, por ello, el grupo ya no podrá realizar ahí sus talleres y están por cambiar su centro de operaciones, el cual será el Foro Cultural Miléz, ya solo esperan poder hacer ensayos y funciones presenciales.
Por la circunstancia que cruza la Asegurada, el Teatro de la Nación, dónde el grupo realizaba ensayos y funciones, se encuentra cerrado desde el inicio de la pandemia, y ahora con el cierre de los talleres en el Centro de Seguridad se ha convertido en una bodega de mobiliario, lo que entristece a los artistas escénicos.
Rubén Torres, director de la compañía y monitor de teatro en La Asegurada, comparte su dolencia al ver el escenario lleno de mesas, sillas, escritorios, estantes, aparatos de ejercicios, máquinas de coser y demás cosas que fueron desalojadas de las instalaciones, escenario que fue remodelado hace poco tiempo y ahora no deja ver ni un solo metro cuadrado de la tarima.
El grupo se ha presentado continuamente con obras de teatro, festivales de danza y stand up, y por más de siete años han hecho el Teatro de la Nación como una segunda casa, sobre todo para Rubén Torres quien además participó como técnico, tramoyista, promotor y productor en el recinto, también en un tiempo abrió una cafetería en compañía de Alonso Fajardo, funcionando por más de un año. Ahora da a conocer que los artistas juarenses se han quedado sin un escenario en la ciudad, limitando más las opciones para presentar el trabajo escénico de la localidad.
El cierre del Teatro de la Nación es por tiempo indefinido, sin tener una idea de cuando se vuelvan a abrir sus puertas al público juarense. Cabe mencionar que este recinto ha sido uno de los preferidos para los artistas locales, quienes lo describen como muy íntimo y acogedor, ideal para espectáculos escénicos tanto de teatro como de danza, incluso conciertos.
Las palabras que el administrador del lugar dijo que no se sabe para cuándo se vaya a abrir o si algún día vuelva a ser lo que antes fue. Sin embargo, Rubén no pierde la esperanza de que un día no muy lejano vuelva a pisar el escenario, la cabina y el paso de gato del Teatro de la Nación, su segunda casa por más de 7 años.
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