Pajareadas en Querétaro: Ciudadanos se unen para la conservación de las aves urbanas
Impulsado por la Conabio desde 2016, el proyecto promueve el monitoreo de aves como una herramienta clave para la conservación de la biodiversidad
Andrea Elizondo
Alrededor de las siete de la mañana, las aves cantan y sobrevuelan las copas de los árboles. Y aunque para muchos queretanos esta rutina pasa desapercibida, para un grupo en particular resulta ser todo un fenómeno natural. Se trata de los integrantes del Programa de Aves Urbanas (PAU), una iniciativa nacional impulsada por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), que desde hace más de una década realiza “pajareadas” (encuentros mensuales para observar aves) en nuestro estado.
“El Programa de Aves Urbanas existe en todo el país, pero llegó a Querétaro en 2016 a cargo de Blanca Patiño”, comparte Lilian Tendilla, ilustradora botánica y actual presidenta del PAU Querétaro, en entrevista con Barroco. “Ella comenzó como voluntaria a hacer actividades, y como en 2022 fue que nos unimos Álvaro Rivera, Brandon García y yo”, agregó.
Aunque nace de un departamento del Gobierno de México enfocado en el medio ambiente, esta agrupación no está integrada exclusivamente por profesionistas de las ciencias naturales. “Finalmente, el objetivo es acercar a la gente a las aves, dar a conocer un poco de la biodiversidad que tenemos, porque mucha de esa información se queda entre científicos. Pero resulta muy importante que personas ‘normales’ puedan aprender a identificar un ave o el ecosistema que tienen a su alrededor, porque al final de cuentas es con el que convivimos en las ciudades. El PAU se enfoca particularmente en las aves porque son de los grupos biológicos que son más fáciles de muestrear, pero también difundimos información sobre reptiles u otros animales que se encuentran en las regiones. Cabe mencionar que no todos los que formamos parte del grupo somos científicos o biólogos; de hecho, la gran mayoría nos dedicamos a otras cosas, pero lo que nos une es el interés por apreciar la biodiversidad”, comentó Brandon García, integrante del grupo.
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Descubre un sitio donde la naturaleza conecta con todos tus sentidos, un rincón clavado entre Jalpan y Arroyo Seco que invita al descanso y también a la aventuraMensualmente, el PAU Querétaro organiza las denominadas “pajareadas” en diferentes zonas de la región. A estas caminatas de observación de aves acuden entre 12 y 20 personas, pero en su chat tienen registro de hasta 115 participantes. Uno de los distintivos de este proyecto es que se contextualiza en las zonas urbanas, en la observación de la flora y fauna en las áreas metropolitanas, lo que impulsa a los ciudadanos a proteger las áreas verdes que los rodean.
De ciudadanos a auxiliares científicos
Una de las tareas importantes que tiene el PAU a nivel nacional es recopilar datos para el programa aVerAves (http://averaves.org/), que es la versión en español de la herramienta eBird, un proyecto desarrollado por el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell, la organización sin fines de lucro Sociedad Nacional Audubon (ambas de Estados Unidos) y la Conabio.
Esta herramienta les permite a los científicos llevar un seguimiento de los patrones de conducta de las aves que han sido observadas en cualquier lugar de México o del resto del mundo. Cualquier persona puede usarla o acceder a sus datos de manera gratuita.
“Debo decir que los cupos para las caminatas siempre se llenan rápidamente. Hay mucho interés por parte de las personas, y aunque quisiéramos llevar a todos los interesados, mantenemos el cupo limitado por diversos motivos: uno, para que haya una atención más personalizada, porque luego los que van por primera vez te preguntan ‘oye, ¿qué es lo que estoy viendo?’, y así podamos resolver sus dudas sin limitantes; y dos, porque entre más personas acudamos, las aves se inquietan y se desplazan, lo que estropearía el ejercicio de observación. Nosotros proporcionamos binoculares, algunas guías para que sepan qué observar, entre otros aspectos. Al final, toda la información que se recopila es para fines científicos; se llena en una base de datos de una universidad de Estados Unidos”, comentó Brandon.
Todas las convocatorias para observar aves se realizan entre las seis y siete de la mañana, ya que es cuando las aves presentan mayor actividad. De igual manera, van trazando una ruta para llevar un registro de por qué zona observaron una especie en particular y poder adjuntarlo en el informe que presentan dentro de la aplicación.
“En Querétaro, un lugar muy bueno para observar aves puede ser el Parque Querétaro 2000, porque hay un charco de agua y eso les gusta mucho a las aves. También depende mucho de la estación, porque en invierno podemos observar cosas diferentes a las que se registran a inicios de año, ya que hay aves migratorias, patos y otras aves acuáticas que no están presentes a lo largo del año. Al final, las pajareadas son jornadas largas porque solemos estar muy al pendiente de lo que ocurre a nuestro alrededor; a veces podemos llegar a invertir hasta 10 minutos observando una misma ave”, explicó nuevamente Brandon.
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El artista Abraham Burciaga encabeza festival Qroma y recorre el país con su trabajoPor su parte, Álvaro comentó que la finalidad del PAU es brindar las herramientas necesarias a “personas comunes y corrientes” para que puedan ayudar a llenar la base de datos: “Parte de lo que enseñamos también es a llenar esas listas con información de diferentes aves, lo que beneficia a la ciencia. Porque al tener más ojos observando el comportamiento de las aves, nos puede permitir darnos cuenta de que hay especies que radican en la región y que antes no se tenía registro de su existencia en la zona, lo que puede llevar a preguntarnos por qué ocurren esos desplazamientos. En fin. A esto se le llama ciencia ciudadana y tiene muchos más beneficios de los que pudieras imaginar”, dijo.
Las aves de Querétaro
Gracias a la labor que ha realizado el PAU Querétaro en la zona conurbada de Querétaro —es decir, la zona metropolitana— se han podido identificar más de 200 especies de aves. En una infografía realizada y distribuida por la agrupación se identificaron las 13 más representativas en las zonas residenciales:
Saltapared Cola Larga (Thryomanes bewickii): ave pequeña, café, de pico largo y panza clara, con plumaje con rayas negras.
Saltapared Barranqueño (Catherpes mexicanus): ave pequeña que comparte características con el Cola Larga, pero con plumaje del cuerpo más entre café y rojizo.
Carpintero Cheje (Melanerpes aurifrons): ave pequeña de cuerpo blanco con plumaje de rayas negras, pico no tan alargado y con detalles amarillos y naranjas en la cabeza.
Mosquero Cardenalito (Pyrocephalus rubinus): ave pequeña de pico corto, cuerpo rojo y plumas negras.
Paloma de Alas Blancas (Zenaida asiatica): ave mediana que se puede encontrar usualmente en las plazas públicas. Su plumaje suele ser café con una ligera franja blanca en las orillas.
Colibrí Corona Violeta (Ramosomyia violiceps): ave muy pequeña, de pico largo, muy rápida, con plumaje oscuro y detalles azules.
Tortolita Cola Larga (Columbina inca): ave mediana que, al igual que la Paloma de Alas Blancas, puede encontrarse usualmente en las plazas públicas, pero tiene un pico más corto y plumaje grisáceo.
Zanate Mayor (Quiscalus mexicanus): ave mediana que también puede ser llamada “urraca”. Es completamente negra, de cola y pico largo. Se distingue por tener cuerpo pequeño y patas largas.
Tirano Chibiú (Tyrannus vociferans): ave pequeña, de patas y pico cortos. Su panza suele ser amarilla, mientras que el resto de su plumaje es de tonalidad café.
Golondrina Tijereta (Hirundo rustica): ave pequeña, de pico y patas cortas. Su panza suele ser amarilla con tonalidades anaranjadas hacia la cabeza. Parte de su plumaje es azul oscuro.
Colibrí de Pico Ancho (Cynanthus latirostris): comparte características con el Corona Violeta, aunque su cuerpo es entre verde y azul, mientras que sus alas son de tonos grises claros.
Pinzón Mexicano (Haemorhous mexicanus): ave pequeña, de pico corto. Suele ser de color pardo, aunque también se han visto ejemplares con el rostro con tintes rojos.
Jilguerito Dominico (Spinus psaltria): ave pequeña de pico cónico y corto. Sus alas son negras, mientras que su cuerpo suele ser amarillo, aunque también hay especies con tonalidades cafés.
“Al final, observar a las aves es una entrada para observar todo lo demás, porque suelen ser especies que están en nuestro día a día. Pero cuando logramos que las personas las empiecen a percibir, cambia su visión de lo que los rodea, lo que es fantástico. Desde PAU buscamos no solo aportar a la ciencia, sino también concientizar a las personas para que aprecien el hábitat que nos rodea, aunque sea desde la zona urbana”, finalizó Álvaro.
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En redes sociales, el grupo se encuentra como PAU Querétaro. Programa de Aves Urbanas. Nabci-Conabio (Facebook) y @pau_queretaro (Instagram).