diariodexalapa
Xalapa24 de mayo de 2025
Análisissábado, 26 de abril de 2025

“Drogadicción en los jóvenes. Un desafío contemporáneo”

Síguenos en:whatsappgoogle

El gobierno federal marcó los pasos de lo que será el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 (PND). Este es un documento de política pública que se emite al inicio de cada sexenio. Según el artículo 26 constitucional, el PND debe cumplir con ciertas características, como garantizar la participación y consulta popular, y servir como base para los programas de la administración federal.

Los ejes generales son cuatro: gobernanza con justicia y participación ciudadana; desarrollo con bienestar y humanismo; economía, moral y trabajo; desarrollo sustentable. Mientras, los ejes transversales son tres: igualdad sustantiva y derecho de las mujeres; innovación pública para el desarrollo tecnológico nacional; derechos de las comunidades indígenas y afromexicanas.

Los ejes generales integran, en su conjunto, 14 “repúblicas”. El eje general, denominado “Desarrollo con bienestar y humanismo”, contiene seis repúblicas (República Fraterna, República Educadora, Humanista y Científica, República Cultural y Lectora, República Sana, República con Acceso a la Vivienda, República de y para las Mujeres. La República Educadora, Humanista y Científica, que aquí interesa, deja de ser una pieza retórica en la plaza pública y apunta a ser una política educativa, con sus respectivas estrategias y acciones específicas para atender los problemas del sistema educativo nacional. (Educación Futura)

En este espacio comentaremos aquello que involucra a la República sana. Hoy la drogadicción en los jóvenes en México es una preocupación seria y creciente. Las estadísticas revelan un aumento en el consumo de drogas y la necesidad de una intervención temprana y efectiva. La búsqueda de ayuda profesional en clínicas especializadas en adicciones podría marcar la diferencia en la vida de los jóvenes adictos, brindándole las herramientas y el apoyo necesarios para superar la adicción y volver a encaminarse hacia una vida saludable y productiva. Pero es fundamental que el Estado aborde este problema, con comprensión, empatía y recursos adecuados para lograr una sociedad más saludable y libre de adicciones. (Oceánica.com.mx)

Para comprender mejor la magnitud del problema de la drogadicción en los jóvenes de México, es esencial analizar datos estadísticos recientes. Estas cifras proporcionan una imagen clara de la situación. La Encuesta Nacional de Consumo de Alcohol y Tabaco (ENCODAT 2017) reveló datos alarmantes sobre el consumo de drogas en jóvenes mexicanos: el 12.3% de jóvenes de 12 a 17 años reportaron haber consumido drogas ilegales en algún momento de sus vidas. El consumo de marihuana en esta franja de edad aumentó al 8.2%. Se nota que la experimentación con drogas se está produciendo en edades cada vez más tempranas, lo que aumenta el riesgo de adicción.

La adicción a las drogas en los jóvenes puede ser el resultado de una combinación de factores biológicos, psicológicos y sociales. Algunas de las causas más comunes incluyen: presión de grupo. La influencia de amigos y compañeros puede llevar a experimentar con drogas en un intento por encajar o ser aceptados. Factores genéticos: La predisposición genética puede aumentar la vulnerabilidad de un individuo a la adicción. Problemas de salud mental: Los jóvenes que experimentan ansiedad, depresión u otras condiciones de salud mental pueden recurrir a las drogas como una forma de autotratamiento. Estrés y trauma: las experiencias traumáticas o altos niveles de estrés pueden llevar a los jóvenes a buscar alivio temporal en las drogas. Disponibilidad de sustancias: La accesibilidad a las drogas ilegales es un factor en el aumento del consumo.

La adicción en la juventud tiene consecuencias devastadoras en múltiples áreas de la vida. Algunas de esas consecuencias más comunes incluyen: problemas de salud física y mental. El consumo de drogas puede dañar seriamente la salud física y mental de los jóvenes que conducen a enfermedades crónicas y discapacidades. Grave es el fracaso académico ya que la adición puede interferir en el rendimiento académico y llevar incluso al abandono escolar. Igualmente, los problemas legales. El consumo y posesión de drogas ilegales pueden resultar en problemas legales y en consecuencia a los antecedentes penales. Las relaciones personales destruidas. La adicción puede dañar las relaciones familiares y sociales en general, causando alienación y conflicto y finalmente, el riesgo de sobredosis. El uso de drogas ilegales aumenta el riesgo de sobredosis que puede ser mortal.

En 2023 el Gobierno de México estableció la Estrategia en el aula para la Prevención de adicciones, su propósito fue instrumentar acciones en el aula y una campaña de difusión que contribuyen a la prevención del consumo de drogas entre estudiantes de secundaria y de educación media superior, a través de espacios de reflexión y mensajes de comunicación asertivos. Los resultados no fueron óptimos. Se elaboró una Guía Digital con orientaciones para madres, padres y familias, sumada a una guía para docentes, con propuestas didácticas que pudieran trabajar en los salones. La responsabilidad se dejó a los maestros. Un problema se sumó a otro problema: Reducir a los maestros a simples “facilitadores del aprendizaje” o “mediadores educativos” desvaloriza su verdadero impacto, limitándose a un rol secundario. En realidad, son aliados clave de los estudiantes, guiándolos, inspirándolos y preparándolos para afrontar los desafíos de la vida.

La escuela es un lugar fundamental para la formación de los más jóvenes. El aprendizaje no se limita sólo a las asignaturas que se imparten. La escuela tiene que enseñar también valores. Por eso, es tarea de los docentes transmitir a los alumnos pautas de comportamiento adecuadas que aseguren que, en el futuro, los estudiantes tomen las decisiones correctas con respecto al consumo de drogas. Así, se consigue formar personas con capacidad crítica que sean capaces de decidir por sí mismas. Con la información necesaria, podrán tomar las decisiones más correctas en cada situación de su vida, lejos de las presiones del grupo y la opinión de los demás. A la hora de pensar qué acciones educativas llevar a cabo para prevenir el consumo de drogas, primero hay que escuchar a los niños y adolescentes. Además, hay que tener en cuenta que cada etapa educativa varía en función del tipo de educación y el método a utilizar.

Tarea de la SEP en el Plan Nacional de Desarrollo. La prevención del consumo de drogas no pasa solamente por tomar acciones concretas enfocadas a ese objetivo. Es multifactorial. Tiene que haber también otra serie de acciones más generales para educar a los estudiantes como la tolerancia ante el fracaso. Refuerzo positivo de los logros. Evitar las comparaciones entre alumnos. Fomentar un clima positivo en el aula y la escuela. Establecer metas de forma realista. Valoración de capacidades académicas y personales. Afrontar de manera optimista los problemas y el trabajo de la resolución positiva de conflictos.

La drogadicción en los jóvenes es un problema creciente que afecta a millones de personas en todo el mundo, México no es la excepción. Y se debe atender no solo por la escuela.

*Las opiniones vertidas en este artículo son responsabilidad de quien las emite y no de esta casa editorial. Aquí se respeta la libertad de expresión.

ÚLTIMAS COLUMNAS

Más Noticias