César Corzo Espinosa: el chiapaneco que plasmó la historia de Chiapas en murales
Reconocido con el Premio Chiapas, su obra dejó un legado artístico y cultural en el estado
Thiaré García / El Heraldo de Chiapas
César Corzo Espinosa fue un artista visual chiapaneco de gran reconocimiento internacional, cuya obra destacó en el movimiento muralista mexicano y la conservación de la lingüística regional. Galardonado con el Premio Chiapas, su legado artístico se mantiene vivo en los murales que dejó en la capital del estado.
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Egresado en 1962 como maestro de Artes Plásticas de la Escuela de San Carlos en la Ciudad de México, Corzo Espinosa se formó en una época crucial para el muralismo, consolidándose como uno de los creadores más importantes de Chiapas dentro de esta corriente. Su espacio creativo fue Berriozábal, donde nació gran parte de su obra.
La crítica de arte Raquel Tibol reconoció su talento, señalando que su trabajo representaba un “despliegue artístico de la luz desde su centro: todo lo absorbe y todo lo difumina“. Su obra capturó la esencia de la historia chiapaneca, reflejando la conquista de los chiapanecas y escenas del Popol Vuh.
En sus murales, Corzo Espinosa incorporó diversas técnicas y materiales, como la cerámica, en colaboración con el también artista chiapaneco Rodolfo Disner. Su legado puede admirarse en distintos puntos de Tuxtla Gutiérrez, como el edificio de la Rectoría de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, el interior del Palacio de Gobierno, el edificio de Las Palmas de la Comisión Federal de Electricidad y la Escuela de Enfermería.
En 1995, recibió el máximo reconocimiento del Gobierno del Estado de Chiapas por su trayectoria, consolidándose como una de las figuras más influyentes en la plástica chiapaneca.
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