Cientos de feligreses acudieron a celebran a San José en Irapuato
El rector de este templo hizo un llamado a fortalecer la familia con amor y atención, advirtiendo que la falta de estos valores puede llevar a muchos jóvenes por caminos equivocados
Paul Witrago / El Sol de Irapuato
Cientos de feligreses acudieron al Templo de San José, quienes participaron en la festividad en honor a San José, donde agradecieron favores, que recibieron de este santo por su intercepción, además fueron partícipes de la celebración eucarística, celebrada en este recinto edificado en su honor.
El rector del templo, el padre Xavier Guzmán Farfán, en su mensaje llamó a la comunidad católica a vivir a ejemplo de San José, como hombres y mujeres de fe, caridad y esperanza, además destacó la importancia de reflejar la presencia de Dios en la vida diaria a través de buenas acciones, ayudando a quienes más lo necesitan.
También, el sacerdote enfatizó el papel de los esposos como responsables del hogar, animándolos a apoyar a sus hijos en sus aspiraciones y proyectos. Subrayó la importancia de ser un ejemplo a través del trabajo honesto, el cumplimiento de responsabilidades y la ausencia de vicios.
“San José cuidó de su familia con su trabajo honrado como carpintero, sostuvo a su esposa y a su hijo con alegría y entrega, así deben los padres acompañar a sus hijos en su desarrollo físico, intelectual y espiritual”, expresó.
El rector de este templo también hizo un llamado a fortalecer la familia con amor y atención, advirtiendo que la falta de estos valores puede llevar a muchos jóvenes por caminos equivocados. Citó a San Juan Pablo II al recordar que la familia es “la fragua donde se templan y forjan los hombres y mujeres que necesita nuestra patria y nuestra iglesia”.
Suscríbete a nuestra edición digital
Al finalizar la ceremonia religiosa, el mariachi Real de México interpretó las tradicionales Mañanitas en honor a San José, donde fueron acompañados por los feligreses, quienes se unieron al unísono con esta famosa melodía.
Al igual, los feligreses se acercaron ante la imagen de San José, donde dejaron sus ofendas y adornos florales en agradecimiento a los favores recibidos por su intercepción.