Adultos mayores, los guardianes del 14 de febrero en Soledad

Entre música, baile y nuevos compromisos, los adultos mayores demostrarán que el amor no solo resiste al tiempo, sino que, en muchos casos, se reafirma con más fuerza

bodas comunitarias — Bodas comunitarias / Juana María Olivo / El Sol de San Luis

Alejandra Ruiz

En la Plaza Principal de Soledad de Graciano Sánchez, se prepara para el Día del Amor y la Amistad, que hoy día no pertenece solo a los jóvenes de gestos apresurados ni a los enamorados de redes sociales. Aquí, los verdaderos protagonistas son los adultos mayores, quienes con flores en la mano, miradas cómplices y pasos pausados siguen celebrando el amor con la pasión de quienes han aprendido a sostenerlo con el tiempo.

No solo festejan, según información proporcionada por las oficinas del Registro Civil de esta localidad, cada vez más deciden dar el siguiente paso.

Este año, las solicitudes para los matrimonios colectivos en Soledad registraron un incremento del 20 por ciento en parejas de la tercera edad que buscan formalizar su unión.

Entre los casos más destacados, hay quienes, con 75 y 78 años, han decidido casarse por primera vez, y otros, como una pareja de 82 y 85 años, que tras décadas juntos han optado por legalizar su amor.

Ejemplo de esta persistencia es la historia de Ramón Muñiz y Raquel Espinoza, quienes se conocieron en la cocina de la Plaza Sol, entre almuerzos y conversaciones que, sin que se dieran cuenta, los fueron llevando a la certeza de la compañía.

Ramón, de 68 años, vende elotes en vaso en el jardín, mientras que Raquel, de 64, lo acompaña con la discreción de quien no necesita grandes discursos para demostrar cariño.

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Se conocieron mientras se miraban desayunar en el mismo lugar, los dos solteros, decidieron conocerse, ser amigos y luego formalizar su relación. Para ellos, el compromiso en pareja lo es todo, respeto sobre todas las cosas. Ambos comerciantes conocidos en ella poza municipal de este municipio, para muchos son el ejemplo vivo de que para el amor no hay edad.

“Desde que nos conocimos, cada 14 de febrero le llevo una cosa u otra”, dice él con orgullo, recordando las flores y los detalles que ha entregado a lo largo de los años.

Este 14 de febrero, la presidencia municipal será testigo de más historias como la suya. Entre música, baile y nuevos compromisos, los adultos mayores demostrarán que el amor no solo resiste al tiempo, sino que, en muchos casos, se reafirma con más fuerza.

En Soledad, ellos son quienes mantienen viva la tradición, quienes siguen pidiendo matrimonio, y quienes, con cada paso lento pero firme, nos recuerdan que nunca es tarde para amar.