“Gracias a Malverde entré a la normal”: la historia de fe de una futura maestra sinaloense
María Fernanda Domínguez Martínez agradeció a Malverde por ayudarla a entrar a la Normal de Sinaloa y cumplir su sueño de ser maestra
Dheyna Brito / El Sol de Sinaloa
Culiacán, Sin.- Entre cientos de devotos que se congregaron este 3 de mayo para rendir tributo a Jesús Malverde, hubo una presencia que no pasó desapercibida: la de María Fernanda Domínguez Martínez, una joven vestida con uniforme de la Escuela Normal de Sinaloa y birrete, cargando con firmeza un busto de Malverde a manera de ofrenda y promesa cumplida.
“Yo más que nada vengo para agradecerle porque gracias a él hace cuatro años entré a la Escuela Normal de Sinaloa”, cuenta con voz emocionada. María Fernanda se preparó para convertirse en maestra de primaria, pero el camino no fue fácil.
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“Mucha gente me decía que no iba a entrar, que mejor buscara en otra universidad. Pero yo estaba aferrada, y le pedí a Malverde que me ayudara. Le pedí con fe… que mi nombre saliera en la lista de aceptados”.
Y así fue. Contra todos los pronósticos y el escepticismo ajeno, su nombre apareció. Desde entonces, la fe en Jesús Malverde se convirtió en un pilar de su vida. No es una creencia compartida por toda su familia —solo ella y su madre lo veneran—, pero eso no ha sido obstáculo para mantener una devoción firme.
La joven no solo vino el año pasado a agradecer por su ingreso, sino que este 2025 regresó para agradecer también por graduarse. Cargar el busto de Malverde todo el día fue su forma de decirle “gracias”.
Para quienes aún ven con prejuicio esta figura popular, María Fernanda ofrece una reflexión: “Yo los invito a que conozcan su historia, que vean los testimonios de la gente. Hay muchos estigmas, pero cada fe es respetable. Yo tengo mis motivos para creer en él, porque a mí, él me cumplió un milagro”.
En medio de música de banda, rezos y platos de comida compartida, su historia se volvió una de las más entrañables de la jornada. Un testimonio vivo de cómo la fe —en cualquier forma que tome— puede ser motor para los sueños.