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Tlaxcala19 de mayo de 2025
Análisismiércoles, 30 de abril de 2025

Nada personal / Supongamos

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En un simple ejercicio de ocio, supongamos que un empresario ayuda con recursos económicos a un aspirante a magistrado del Poder Judicial de Tlaxcala.

Luego, supongamos que ese candidato logra triunfar en la elección del próximo 01 de junio de 2025.

Sigamos suponiendo e imaginemos que, a los pocos meses de asumir el cargo, el empresario que financió la campaña de su amigo magistrado se ve envuelto en un grave problema legal (civil y/o penal).

Seguramente al llegar aquí se preguntaron lo mismo que yo: ¿el magistrado aplicará la ley sin distingo o hará todo lo posible para que su “amigo” no pise la cárcel?

Ahora veamos las cosas al revés y supongamos que no es el empresario el que ofrece apoyo para financiar campañas, sino que es el candidato el que pide dinero -de buena o mala procedencia- en un acto desesperado para repuntar en las preferencias.

Exacto: la situación es la misma que la anterior, el juzgador ya en el cargo quedará atado de manos para aplicar la justicia a cabalidad, como se lo confirió el pueblo bueno y sabio que lo eligió.

Aunque pareciera un supuesto, en estos actos están cayendo cada vez más quienes lograron quedar en el listado final de las personas candidatas para renovar cargos del Poder Judicial y de los Tribunales de Justicia Administrativa, Disciplina Judicial y Conciliación y Arbitraje 2022-2025, quienes a partir de este 29 de abril arrancaron formalmente campaña.

Y aunque en Tlaxcala no se ha evidenciado que alguno de los aspirantes a cargos locales esté vinculado con el crimen organizado, como se dio a conocer en días pasados y reconoció públicamente el presidente del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña, es igual de ilegal solicitar financiamiento privado para financiar las campañas para el proceso de elección de los próximos juzgadores.

El pronunciamiento a nivel nacional surgió tras señalamientos de organizaciones como Defensorxs y Laboratorio Electoral, que evidenciaron cómo perfiles cuestionables fueron aprobados en las listas de candidaturas por los Comités de Evaluación.

Entre los nombres que desataron alarma pública se encuentra Fernando Escamilla Villarreal, abogado vinculado a la defensa de integrantes de Los Zetas, como Miguel Ángel Treviño Morales, alias «Z-40». También figura Silvia Delgado, exdefensora de Joaquín «El Chapo» Guzmán, hoy candidata a juez penal.

Y por si eso fuera poco, a la animadversión de la elección extraordinaria se suma la ausencia de un procedimiento legal claro para excluir a candidatos con vínculos con la delincuencia organizada.

Incluso, la propia presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ya demandó al Tribunal Electoral descalificar a aspirantes que se detecte están relacionados con el crimen, pero es muy difícil, por no decir imposible, demostrar los nexos de muchos de los candidatos con pruebas o indicios razonables.

Sea como sea, nos adentramos a una elección fallida por la falta de competencia, la influencia de factores externos y la falta de legitimidad de los árbitros electorales.

DESESPERADO

A la de por sí indiferencia ciudadana y para sorpresa de nadie, las campañas para la elección en el Poder Judicial se han convertido en un penoso y desesperado espectáculo, gracias a la reforma en la que el morenismo vendió la engañosa idea en que el pueblo elegiría a sus juzgadores, pero es el partido gobernante el más interesado en que sus perfiles triunfen.

Y en un acto de desesperación para posicionarse entre el electorado, ahora que se le metió la delirante idea de contender por la candidatura morenista al Gobierno del Estado, Homero Meneses Hernández viola flagrante y sistemáticamente la ley.

El funcionario público no pregona con el ejemplo y con su abierta campaña disfrazada de promoción del voto para promover la elección del Poder Judicial, se convierte en un mal ejemplo para la niñez tlaxcalteca.

Por cierto, en aquello de hacerle al comediante, el secretario de Educación Pública se exhibió una vez más, ahora durante el arranque de la Semana Nacional de Vacunación 2025, acto presidido por la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, quien no ocultó que las “bromitas” de Homero Meneses cada que toma la palabra son peor que escucharlo hablar de sus ídolos, Lucio Cabañas y Ernesto “Che” Guevara.

En algo similar ha incurrido la dirigencia estatal de Morena, que encabeza Marcela González Castillo, pues aunque está prohibido que los partidos políticos se metan en la elección judicial, en los chats de WhatsApp de militantes y funcionarios está a todo lo que da la promoción de candidatos y, por supuesto, el intento de veto a otros.

Una vez que arrancaron las campañas, circulan mensajes -de esos que dicen “reenviado muchas veces”- en el que se le pone un emoji de palomita en color verde a aspirantes a la Suprema Corte y a la Magistraturas.

Además, con un emoji de esos que son un círculo rojo cruzado en señal de prohibición, acompañado por la leyenda “por los que NO votaremos”, aparecen los nombres de quienea son identificados con “la mafia del poder”.

Ahora se entiende porque la elección extraordinaria pinta para ser una vacilada, con un muy bajo porcentaje de participación ciudadana -entre el 8 y el 15 por ciento, según estimaciones- y prácticamente nula legitimidad porque las huestes del partido oficial se movilizan para tener una Corte y un Poder Judicial a modo y gusto de la 4T.

BANDAZOS

Lo curioso de la reciente foto del líder sindical Pedro Haces, con el diputado federal Raymundo Vázquez Conchas y el exdiputado Mariano González Aguirre, en la corrida de cerrojazo de la feria de Texcoco, no es supuesto mensaje de suma por Tlaxcala rumbo a 2027, sino la persona que la tomó.

Quienes estuvieron ahí cuentan que quien tomó el celular del legislador fue nada más y nada menos que Diego Corona Cremean, secretario de Infraestructura del gobierno estatal, lo que indica que el poblano juega doble y mientras por un lado dice tenerle lealtad a la mandataria Lorena Cuéllar, por el otro coquetea con personajes políticos que le han dado la espalda su jefa.

Lo único cierto es que eso de “sumar por Tlaxcala” es una vacilada porque se duda que muchos de los que ahora levantan la mano para contender por la gubernatura alcancen siquiera a ser precandidatos.

Adivina adivinador…

¿Quién es el secretario del gabinete estatal a quien sus propios compañeros ya le cantan “Las Golondrinas” por aquello de que pronto será dado de baja?

moises.morales@elsoldetlaxcala.com.mx

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