Más de 20 mil mujeres participaron en la Procesión del Silencio de Mujeres 2025 en Zamora

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Roberto León

La ciudad volvió a estremecerse, pero esta vez no por el ruido, sino por un profundo silencio. La tarde del Viernes Santo, 18 de abril, alrededor de 20 mil mujeres vestidas de negro recorrieron en absoluto recogimiento las calles del centro histórico durante la Procesión del Silencio de Mujeres 2025.
El cortejo comenzó a las 18:45 horas en la esquina de 5 de Mayo y Virrey de Almanza. De ahí, las miles de participantes caminaron por Leonardo Castellanos, Madero, Juárez y nuevamente por 5 de Mayo hasta llegar al Santuario Guadalupano. Todo el trayecto se realizó con el apoyo de diversas instancias de seguridad y protección civil.

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Solo unos cuantos tambores, tocados de forma irregular entre los contingentes, rompían el silencio que dominaba la atmósfera. Las luminarias públicas fueron apagadas, lo que intensificó la escena: miles de pequeñas luces sostenidas por manos firmes, iluminando el camino con veladoras eléctricas que reemplazaron a las de cera, como medida de seguridad.

Cada paso fue un acto de fe y memoria. Algunas mujeres portaban retratos de familiares desaparecidos o fallecidos, fundiendo el dolor personal con el dolor simbólico de la Virgen María. En esta peregrinación sin palabras, el duelo individual encontró eco en una manifestación colectiva profundamente espiritual.

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Al llegar al atrio del Santuario Guadalupano, las mujeres levantaron sus velas, generando una marea de luces que se alzaba en señal de presencia y esperanza. Después de varios minutos en los que las participantes ocuparon su lugar en silencio absoluto, el obispo de la diócesis, monseñor Javier Navarro Rodríguez, otorgó la bendición final.

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Así culminó una procesión que, más allá de los números, dejó una huella emocional en quienes la vivieron. Fue una noche en la que el silencio habló por miles, y la fe se manifestó en cada paso, cada lágrima contenida y cada vela encendida.