No hay duda que fue una prueba superada ofreciendo un espectáculo por demás interesante para todos los que hicieron acto de presencia en una danza lunar en la sierra de Durango, así lo hizo saber Patricia Marchand a través de sus redes sociales.
“Una danza introspectiva, de lucha mental conmigo misma, de gran fortaleza. Ver como 52 mujeres se unían al rezo fue una gran motivación para seguir adelante”, dijo Patricia Marchand.
Los hombres, por otro lado, al servicio con amor, humildad y respeto, es admirable lo que hace la unión de todos y como es que van desarrollándose gracias a su labor en pro de la sociedad en general y del mundo actual.
La naturaleza de la sierra no fue benévola, pero así se formó el carácter para valorar y ser más agradecida por lo que se tiene, lo dijo una mujer que sabe entregarse en lo que ama y le apasiona en gran manera a través de su música y los ritos que maneja a la perfección Patricia Marchand.
“Gracias, gran espíritu por las abuelas que guiaron esta danza, por su conocimiento que comparten con gran sabiduría y amor. A las tamboreras que con sus cantos y huehuetl dieron fuerza para seguir danzando. A las hermanas que peregrinamos hacia tierras de mujeres generalas, tomadas de la mano para unir los corazones Sin duda cada vez más me enorgullece y me enamoro de nuestra vasta cultura ancestral. Soy hija de Tonantzin”: Patricia Marchand