Abuelitos de asilo Senecu vuelven a ver a su familia

Pasaron seis meses de soledad, hasta que autoridades autorizaron las visitas

Brenda Herrera | El Heraldo de Juárez

  · lunes 21 de septiembre de 2020

Olga Casas | El Heraldo de Juárez

Después de durar más de seis meses sin una sola visita y de sentirse más solos que nunca, abuelos del asilo Senecu comienzan a recibir las primeras visitas de familiares bajo estrictos protocolos de seguridad.

Si te gusta estar informado, suscríbete a nuestro NEWSLETTER y recibe todas las mañanas en tu correo electrónico las noticias más importantes de Chihuahua. Da clic aquí, es gratis

La madre Socorro Solís, directora del asilo, comentó que fue hace tres semanas que autoridades del Sector Salud les dieron autorización de que familiares pudieran regresar a visitar a sus seres queridos, con un tiempo máximo de 30 minutos y solo tres personas por cita.

“La visita sigue siendo muy limitada, solo la permitimos a familiares que nos piden ver un rato al abuelito y les destinamos un lugar aislado, después de la visita se desinfecta, e incluso algunos que sabemos que vienen a estarse buen rato les hemos querido pedir que mejor se esperen un poquito más porque aún no estamos en luz verde”, señaló.

La restricción de visitas que se tuvo durante más de seis meses, ayudó a que ningún adulto mayor se contagiara de Covid-19, hubo decesos durante este periodo, sin embargo, se deberían a causas naturales, por la ancianidad, mencionó la madre Socorro.

Asimismo, dijo que debido a las medidas que se tomaron dentro del asilo, en el que sanitizaron dos veces, también se prohibió admitir a otros adultos mayores, pues la prioridad era cuidar a los que estaban dentro.

“Durante los últimos días hablaba mucha gente pidiendo ayuda para poder internar, les decíamos que si más adelante podíamos darles las manos se las íbamos a dar, fue difícil para nosotros decirles que no a los que tenían necesidad”, expresó.

Actualmente, las madres de este asilo ayudan a cerca de 50 adultos mayores, pues, aunque hay capacidad para más, también han tenido dificultad para atenderlos ya que se quedaron sin compañeras de trabajo.

“Las compañeras de trabajo tuvieron varias complicaciones para llegar hasta aquí durante la pandemia, entonces pues nosotras somos también adultos mayores y era muy difícil, nos favoreció el suspender la entrada de otros abuelitos, porque pues si se doblaba el trabajo para nosotras’, explicó.

Comentó que la situación económica también quedó muy lastimada ante el cierre de los templos, sin embargo, durante la pandemia se obtuvo una buena respuesta de la gente que amablemente se acercó a realizar donaciones y a ayudar en lo que se pudiera, lo cual agradecieron.

“Recibimos muy buena respuesta de la gente, tanto que fue mínimo lo que se tenía que comprar de alimentación, limpieza de todo, esto es una señal de que Dios quiere que seguimos haciendo el bien con nuestros viejitos”, puntualizó.

Te recomendamos: