A raíz de la llegada de los migrantes, algunos propietarios de viviendas las acondicionaron para rentarlas como hostales, cobrando una módica cuota. Pese a que se desconoce las condiciones de higiene, la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios, se deslindó de ese compromiso de revisarlas.
El arribo de los migrantes y el cierre del albergue masivo del Gobierno de Estado, fue aprovechado por los propietarios de casas para rentar más habitaciones como hospedaje a la vez, que venden comida típica del país de Cuba.
Hasta el momento se estima que en esta ciudad hay más de tres mil cubanos vagando por la ciudad, de los cuales no hay control, debido a que se cerró el albergue del gimnasio Bachilleres.
La nueva titular de Coespris, Maribel Prospero Cobos, se negó a dar entrevistas a los medios de comunicación propia a su labor y otorgó el celular de la vocera de prensa en la ciudad de Chihuahua, Karla Armendáriz, quien dijo que ellos no tienen ninguna jurisdicción para revisar casas que oferten en hospedaje.
En los vidrios de diferentes negocios de la ciudad, se pueden apreciar cartulinas donde ofertan comida cubana y hospedaje a precios muy económicos.
Desde tiempo atrás, el propio titular de la Subsecretaría de Desarrollo Social de Gobierno del Estado, Ramón Galindo Noriega, aseguró que, si se dejaba salir del gimnasio Bachilleres a los cubanos a la calle, se iba a perder el control de éstos.
Ante esto, los cubanos empezaron a buscar espacios económicos para habitar mientras que son llamados a los Estados Unidos para su entrevista y aptaron por encontrar espacios económicos, pero se desconoce las condiciones en las que viven.