Aunque el presidente municipal Armando Cabada hace su lucha para coordinar esfuerzos en la actual cuarentena por el coronavirus, la realidad salta y lo rebasa.
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Ayer que se llevó a cabo la reunión de la Mesa Interinstitucional de Atención al problema referido, los que pusieron el grito en el cielo fueron los representantes de CANIRAC y CANACO, quienes expusieron la difícil situación financiera de sus agremiados, sobre todo los inquilinos de las plazas comerciales, bares y restaurantes.
Dijeron que la gran mayoría de bares y restaurantes opera con menos del 10 por ciento de su capacidad y de seguir así se presagian despidos masivos y cierre de varios de esos negocios.
Por el lado de los comercios en plazas comerciales, Rogelio González explicó que no se les condonará renta ni pago de servicios.
Aun así, los empresarios agradecieron la disposición de los niveles de gobierno, pero solicitan un programa de apoyo urgente, en lugar de catálogo de buenas intenciones.
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El principal motor económico de la ciudad también es afectado, la situación es de alarma, para empezar en lo económico, porque INDEX anunció que casi 30 maquilas ya cerraron temporalmente y varias se van a paro técnico con pago del 50 por ciento a su personal.
Así que en ese sentido se dio la reunión, donde el gobierno municipal no tiene mucho que ofrecer, así que se convirtió el encuentro en una mesa de llantos, donde Cabada sólo presta el hombro para que sollocen, no les queda otra.
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En la actual situación que se agrava, Armando Cabada anunció entrega de despensas y mascarillas, pero eso realmente no incide en mucho, ya que la carga gruesa está en impuestos estatales y federales, y ahí no se ha anunciado nada aún.
Ya van cinco reuniones de esa Mesa Interinstitucional, pero son informativas, donde falta gente del estado y la federación para tomar decisiones. Cabada se ve rebasado, tiene voluntad, pero muy pocos recursos.
La síntesis es que no hay soluciones ni apoyos concretos y así la mesa corre el riesgo de convertirse en mero buzón de quejas.
Le critican a Cabada su exagerada verborrea, pero sin concretar, ya que pudiera convertirse en gestor ante el gobierno federal, pero queda en pura retórica, como los políticos viejos del PRI y del PAN.
Y de Javier Corral, el gobernador, se le ve ausente, sin anunciar apoyos concretos a los micro, pequeños y medianos empresarios, que la están sufriendo bastante para mantener la actividad, así como los empleos de cientos o miles de juarenses.
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En el Cerecito de Juárez las cosas se pusieron muy calientes, porque traen el rumor de que la directora, Marcela Liliana Luna, podría estar infectada de coronavirus.
La sospecha es porque afirman que tiene más de una semana sin acudir regularmente a su trabajo y aparentemente está en situación de aislamiento en su domicilio.
Ya se sabe que una buena parte de los burócratas municipales tiene permiso de no acudir a las oficinas si son adultos mayores, condición de discapacidad o por ser mujeres embarazadas, pero no estaría en ninguno de esos supuestos la funcionaria.
La cosa elevó el nivel de alerta, luego de que les dieron la instrucción a empleados de intendencia, de que se metieran al cubículo que dejó desocupado Marcela y literalmente lo rociaran de cloro, directo, puro, sin rebajarlo con agua u otra sustancia.
Así que teme el resto de los empleados, de que la susodicha pudiera haber contaminado áreas de uso común en los últimos días que acudió a laborar, exponiendo a los demás a ser portadores del Covid-19.
Exigen, sobre todo, que por humanidad las autoridades les informen si hay riesgo potencial, o que les practiquen las pruebas, para descartar posibles afectaciones a la salud en ese supuesto.
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Despertaron al tigre. Eso parece aplicar para los productores de Camargo, San Francisco de Conchos, La Cruz, Saucillo y hasta Delicias, cuando el gobierno federal a través de la Conagua, aprovechando la guardia baja por la cuarentena del Covid-19, para abrir al 100 por ciento las compuertas de la presa de La Boquilla para extraer y llevar agua a donde ni ellos mismos saben.
Ni siquiera los hombres de la 4 Transformación se ponen de acuerdo: La propia titular de Conagua, Blanca Jiménez, dice que el pago de agua a Estados Unidos ya estaba pactado desde diciembre, mientras que el delegado Juan Carlos Loera de la Rosa, sólo atina a decir que es un activo de humanidad entregar agua a Tamaulipas y Nuevo León. ¿Cuál será la versión real?
El gobierno federal le rascó la panza al tigre y lo despertó: Los productores de esa región son verdaderamente comprometidos en sus luchas. El pasado jueves, día de protestas hubo vehículos de la Conagua incendiados, productores atropellados y hasta las casetas de peaje vandalizadas. Afortunadamente el gobierno de la cuarta, reculó y la llave del chorro de agua fue paralizada.
En ese tema brillaron por su ausencia los diputados locales y federales de Morena, prefieren guardar silencio y respaldar las políticas del gobierno federal que apoyar a la gente de su estado. Sólo el senador Cruz Pérez Cuéllar se atrevió a criticar y señalar de "traición " a los titulares de la Conagua.
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Y el pasado jueves no fue su día para el delegado federal Juan Carlos Loera de la Rosa, mejor se hubiera quedado calladitos como muchos políticos que nadan de muertito. El tema del agua en la presa de la Boquilla, lo metió en duros problemas.
En las redes sociales y chats, no le fue nada bien, lo hicieron garrase, al grado que hasta le aventaron la culpa de haber orquestado la apertura de la llave y compuertas de la presa en Camargo.
Opositores aprovecharon para írsele a la yugular a Juan Carlos y es que en su muro de Facebook se puso afirmar que la inconformidad de los productores en la región centro sur fue aprovechada por intereses mezquinos de políticos sin escrúpulos y ellos fueron los que llamaron a la violencia.
Además, lanzó una amenaza contra el diputado panista Mario Mata y al senador de Chihuahua Cruz Pérez Cuellar para que asuman las consecuencias de la grave afrenta a la legalidad.
Fue claro que Loera, aprovechó muy bien la escena para darle un guantazo a su compañero y adversario del partido Morena Cruz Pérez Cuéllar.
