La cancelación de eventos, como fiestas infantiles, ha afectado hasta un 70 por ciento a las dulcerías de la ciudad.
Durante el verano las piñatas solían ser uno de los productos más vendidos en las dulcerías, sin embargo ante la contingencia se han echado a perder por lo que permanecen al exterior del comercio, bajo el sol, sin movimiento.
Gloria Muñoz, encargada de una dulcería, comentó que desde hace más de dos meses sus ventas han caído debido a que la mercancía fuerte que manejan en este negocio, como dulces y piñatas, no se han vendido.
Comentó que lo que más demanda han tenido son las bolsas de celofán, puesto que la gente actualmente se ha dedicado a vender cubrebocas y utilizan este artículo para empacarlos.
Señaló que hay días en que sale más caro abrir, ya que no se vende casi nada, si mucho 500 o 600 pesos diarios, algo mínimo ante lo que anteriormente se vendía.
Sin embargo, esa no solo ha sido la afectación, pues también la plaza donde tienen su negocio les subió la renta del local al iniciar la pandemia.
“Mi jefe es muy buena persona, porque a pesar de todo se ha negado a cerrar por no dejarnos sin trabajo, pero pues es difícil pagar salarios, proveedores, renta y recibos sin recibir dinero”, dijo.
Los “bolos” y piñatas que les habían encargado para los eventos planeados durante los meses de abril y mayo fueron cancelados, lo que vino a afectarlos aún más.
Asimismo, mencionó que la economía de los clientes afectó al momento de comprar, ya que ahora se les hacen caros los costos de cada artículo, siendo que antes los compraban al mismo precio, puntualizó.
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