/ sábado 29 de julio de 2023

Ante uso excesivo de la fuerza, la GN requiere un mando civil: IP

Los soldados tienen otra manera de interactuar con la ciudadanía y su labor debe ser castrense, coinciden Coparmex y CCE

Para poner fin a las malas prácticas por parte de algunos miembros de la Guardia Nacional, tanto en el estado como en el resto del país, el presidente del Consejo Nacional de Seguridad de Coparmex, Ignacio Manjarrez Ayub, ha destacado la necesidad urgente de incorporar elementos civiles a la corporación y poner fin a la participación de militares.

Esta preocupación surge a raíz de la participación de la corporación en diversos incidentes de homicidios en el estado, los cuales parecen estar relacionados con prácticas inadecuadas de atención de emergencias y la falta de protocolos necesarios para prevenir el trágico fallecimiento de víctimas inocentes, como ha ocurrido en la entidad.

Insistió que en dicho contexto resulta fundamental que la Guardia Nacional adopte un enfoque más civil y se concentre en mejorar sus prácticas operativas para garantizar la seguridad y bienestar de la población y sobre todo desempeñe una cultura de respeto a los derechos humanos y que se establezcan protocolos de atención y respuesta más rigurosos.

Ignacio Manjarrez explicó que durante varias reuniones con las autoridades federales, se ha dicho que aproximadamente el 80% de los elementos de la Guardia Nacional provienen del Ejército, lo que implica una formación más enfocada hacia la preparación para la guerra, que para labores de seguridad pública, investigación y trato con ciudadanos.

El 80% es gente que pasó de las fuerzas armadas a la Guardia Nacional, son muy pocos elementos que han reclutado, porque hay muy poca gente que se quiera sumar a la corporación, entonces lo que se ha hecho es tener elementos castrenses, y su formación es sin duda una formación de respeto, orden y acatar instrucciones, pero no pensar como civil, como lo hace un policía, es ahí donde está el problema” señaló.

Se requiere un cambio significativo en el reclutamiento de la Guardia Nacional, priorizando la incorporación de elementos civiles que posean la capacidad de analizar situaciones y utilizar la fuerza de manera ponderada, en lugar de recurrir al uso de la fuerza sin una adecuada valoración de las circunstancias.

Es fundamental que los militares regresen a sus labores castrenses, donde su formación y experiencia pueden ser mejor aprovechadas, y que se fomente una Guardia Nacional compuesta principalmente por personal civil altamente capacitado para enfrentar los desafíos de seguridad pública.

El entrevistado enfatizó que sólo aproximadamente el 20% del total de la Guardia Nacional tiene un perfil distinto al castrense. Este grupo está compuesto, en su mayoría, por elementos federales que optaron por unirse a la Guardia Nacional tras la desaparición de la Policía Federal. Asimismo, una parte de ese 20% son individuos que se registraron voluntariamente para formar parte de la corporación.

Para que la Guardia Nacional funcione adecuadamente, es esencial que los agentes tengan una verdadera vocación de servicio hacia la sociedad. Deben recibir una capacitación apropiada, que incluya herramientas pedagógicas enfocadas en aspectos como investigación, proximidad y, sobre todo, sensibilidad al tratar con civiles.

Es importante recordar que la Guardia Nacional tiene diversas prerrogativas, como la prevención, investigación y persecución del delito, aunque no cumpla las funciones de un ministerio público. Sin embargo, a pesar de que en teoría todo está bien planteado, en la práctica, algunos aspectos no funcionan como deberían, y lo atribuye a las políticas públicas que ha adaptado el Gobierno de la República.

Ignacio Manjarrez dijo que los elementos no son responsables de las políticas que imponen las autoridades, sino que simplemente cumplen las órdenes que se les dan. Por lo tanto, es esencial revisar y mejorar las políticas que afectan a la Guardia Nacional para asegurar que su actuación esté en sintonía con el objetivo de servir y proteger a la sociedad de manera eficiente y respetuosa.

Agregó que es crucial transmitir esta información a la sociedad y que no se trata de crucificar a los elementos, sino de reconocer que el problema radica en las políticas y decisiones centralistas que se han tomado. Estas políticas no son las adecuadas y deben ser revisadas a fondo, pues argumenta que existen diversas leyes, pero es fundamental fortalecer a las policías municipales como primera medida.

También dijo que es necesario abogar por una descentralización de las decisiones en materia de seguridad y promover un enfoque más cercano a las necesidades y realidades locales. Al fortalecer las policías municipales, podremos contar con fuerzas de seguridad mejor preparadas y comprometidas con el servicio a la comunidad.

Foto: Cuartoscuro

Mayor presencia, mayor reincidencia

El presidente de la Comisión Nacional de Seguridad de Coparmex hizo referencia que existe una amplia probabilidad de que los elementos castrenses que son trasladados de diferentes estados y que no tienen un sentido de pertenencia en la entidad en la que laboran, participen en la comisión de diferentes delitos.

Esto ya que en los últimos años, han detectado casos de secuestro, extorsión, homicidio y hasta un caso de narcomenudeo, los cuales los atribuye a que se trata de elementos castrenses, que al estar en otras entidades, se les facilita, cometer estos delitos, ya que incluso cuestionó la falta de sanciones que han aplicado a estos delitos.

Lo anterior lo comparó, con los periodos de 2010, cuando el gobierno federal, mandó el Ejército al estado para combatir la inseguridad, pero a la vez otros delitos se incrementaron, porque los elementos se encontraban participando en actividades ilícitas, que en lugar de resguardar a la población, la afectaban aún más.

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“No el que sean soldados quiere decir que son exentos de cometer delitos, que pasaron por exámenes de control de confianza, como debe pasar un policía, pues se supone que sí, pero yo no he visto los resultados, por ley, todos los policías de cualquiera corporación tienen que estar registrados en precisamente en los exámenes de control de confianza, que exige el Secretariado del Ejecutivo del Sistema Nacional Seguridad Pública ahí en la ley, no vienen excepciones” agregó.

Con información de Karina Rodríguez

Publicada originalmente por El Heraldo de Chihuahua

Para poner fin a las malas prácticas por parte de algunos miembros de la Guardia Nacional, tanto en el estado como en el resto del país, el presidente del Consejo Nacional de Seguridad de Coparmex, Ignacio Manjarrez Ayub, ha destacado la necesidad urgente de incorporar elementos civiles a la corporación y poner fin a la participación de militares.

Esta preocupación surge a raíz de la participación de la corporación en diversos incidentes de homicidios en el estado, los cuales parecen estar relacionados con prácticas inadecuadas de atención de emergencias y la falta de protocolos necesarios para prevenir el trágico fallecimiento de víctimas inocentes, como ha ocurrido en la entidad.

Insistió que en dicho contexto resulta fundamental que la Guardia Nacional adopte un enfoque más civil y se concentre en mejorar sus prácticas operativas para garantizar la seguridad y bienestar de la población y sobre todo desempeñe una cultura de respeto a los derechos humanos y que se establezcan protocolos de atención y respuesta más rigurosos.

Ignacio Manjarrez explicó que durante varias reuniones con las autoridades federales, se ha dicho que aproximadamente el 80% de los elementos de la Guardia Nacional provienen del Ejército, lo que implica una formación más enfocada hacia la preparación para la guerra, que para labores de seguridad pública, investigación y trato con ciudadanos.

El 80% es gente que pasó de las fuerzas armadas a la Guardia Nacional, son muy pocos elementos que han reclutado, porque hay muy poca gente que se quiera sumar a la corporación, entonces lo que se ha hecho es tener elementos castrenses, y su formación es sin duda una formación de respeto, orden y acatar instrucciones, pero no pensar como civil, como lo hace un policía, es ahí donde está el problema” señaló.

Se requiere un cambio significativo en el reclutamiento de la Guardia Nacional, priorizando la incorporación de elementos civiles que posean la capacidad de analizar situaciones y utilizar la fuerza de manera ponderada, en lugar de recurrir al uso de la fuerza sin una adecuada valoración de las circunstancias.

Es fundamental que los militares regresen a sus labores castrenses, donde su formación y experiencia pueden ser mejor aprovechadas, y que se fomente una Guardia Nacional compuesta principalmente por personal civil altamente capacitado para enfrentar los desafíos de seguridad pública.

El entrevistado enfatizó que sólo aproximadamente el 20% del total de la Guardia Nacional tiene un perfil distinto al castrense. Este grupo está compuesto, en su mayoría, por elementos federales que optaron por unirse a la Guardia Nacional tras la desaparición de la Policía Federal. Asimismo, una parte de ese 20% son individuos que se registraron voluntariamente para formar parte de la corporación.

Para que la Guardia Nacional funcione adecuadamente, es esencial que los agentes tengan una verdadera vocación de servicio hacia la sociedad. Deben recibir una capacitación apropiada, que incluya herramientas pedagógicas enfocadas en aspectos como investigación, proximidad y, sobre todo, sensibilidad al tratar con civiles.

Es importante recordar que la Guardia Nacional tiene diversas prerrogativas, como la prevención, investigación y persecución del delito, aunque no cumpla las funciones de un ministerio público. Sin embargo, a pesar de que en teoría todo está bien planteado, en la práctica, algunos aspectos no funcionan como deberían, y lo atribuye a las políticas públicas que ha adaptado el Gobierno de la República.

Ignacio Manjarrez dijo que los elementos no son responsables de las políticas que imponen las autoridades, sino que simplemente cumplen las órdenes que se les dan. Por lo tanto, es esencial revisar y mejorar las políticas que afectan a la Guardia Nacional para asegurar que su actuación esté en sintonía con el objetivo de servir y proteger a la sociedad de manera eficiente y respetuosa.

Agregó que es crucial transmitir esta información a la sociedad y que no se trata de crucificar a los elementos, sino de reconocer que el problema radica en las políticas y decisiones centralistas que se han tomado. Estas políticas no son las adecuadas y deben ser revisadas a fondo, pues argumenta que existen diversas leyes, pero es fundamental fortalecer a las policías municipales como primera medida.

También dijo que es necesario abogar por una descentralización de las decisiones en materia de seguridad y promover un enfoque más cercano a las necesidades y realidades locales. Al fortalecer las policías municipales, podremos contar con fuerzas de seguridad mejor preparadas y comprometidas con el servicio a la comunidad.

Foto: Cuartoscuro

Mayor presencia, mayor reincidencia

El presidente de la Comisión Nacional de Seguridad de Coparmex hizo referencia que existe una amplia probabilidad de que los elementos castrenses que son trasladados de diferentes estados y que no tienen un sentido de pertenencia en la entidad en la que laboran, participen en la comisión de diferentes delitos.

Esto ya que en los últimos años, han detectado casos de secuestro, extorsión, homicidio y hasta un caso de narcomenudeo, los cuales los atribuye a que se trata de elementos castrenses, que al estar en otras entidades, se les facilita, cometer estos delitos, ya que incluso cuestionó la falta de sanciones que han aplicado a estos delitos.

Lo anterior lo comparó, con los periodos de 2010, cuando el gobierno federal, mandó el Ejército al estado para combatir la inseguridad, pero a la vez otros delitos se incrementaron, porque los elementos se encontraban participando en actividades ilícitas, que en lugar de resguardar a la población, la afectaban aún más.

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“No el que sean soldados quiere decir que son exentos de cometer delitos, que pasaron por exámenes de control de confianza, como debe pasar un policía, pues se supone que sí, pero yo no he visto los resultados, por ley, todos los policías de cualquiera corporación tienen que estar registrados en precisamente en los exámenes de control de confianza, que exige el Secretariado del Ejecutivo del Sistema Nacional Seguridad Pública ahí en la ley, no vienen excepciones” agregó.

Con información de Karina Rodríguez

Publicada originalmente por El Heraldo de Chihuahua

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