El doctor en Sistemas Penales y Política Criminal, José Carlos Hernández Aguilar, afirmó que los homicidios cometidos por padres, madres o padrastros, hacia sus hijos, han aumentado hasta en un 23 por ciento respecto a cuatro años atrás, y en un 83 por ciento de los casos, son los padres (varones) quienes los cometen.
El más reciente caso ocurrido en la ciudad de Chihuahua, es el de Ximena, la niña de tres años que el pasado 18 de abril falleció a consecuencia de severos golpes que le provocaron lesiones internas y externas, cuyos presuntos responsables, son la madre de la niña, y su pareja sentimental.
Ambos fueron detenidos después de que personal médico del Hospital Infantil, a donde fue trasladada la pequeña de urgencia, dio parte a las autoridades de los hechos, pues la niña llegó sin vida al nosocomio.
La necropsia apunta que Ximena fue víctima de al menos 17 lesiones graves, daño en hígado y hemorragias internas, en tanto que las investigaciones apuntan que la madre y el padrastro de la pequeña habrían provocado su muerte.
En su estudio "Filicidios en México. Un reto pendiente en las políticas de prevención”, presentado dentro del Diplomado Internacional en Conducta Criminal de la FCMCC, el Dr. José Carlos Hernández expone que los filicidios están altamente relacionados con el consumo de drogas duras, como cristal y fentanilo; pero también los señala como resultado de las leyes laxas como desinhibidoras de conductas antisociales.
A esto, se suma el alto porcentaje de hogares disfuncionales o desintegrados, y la influencia en el mundo de la web, donde los actos de violencia ya son un común.
Añadió que históricamente, se han identificado cinco tipo de este tipo de homicidios, o bien filicidios, aunque este término no está tipificado dentro de la ley, al menos, no en Chihuahua, donde entran en la clasificación de homicidio por razones de parentesco.
En su estudio "Filicidios en México. Un reto pendiente en las políticas de prevención”, presentado dentro del Diplomado Internacional en Conducta Criminal de la FCMCC, el Dr. José Carlos Hernández expone que los filicidios están altamente relacionados con el consumo de drogas duras, como cristal y fentanilo; pero también los señala como resultado de las leyes laxas como desinhibidoras de conductas antisociales.
A esto, se suma el alto porcentaje de hogares disfuncionales o desintegrados, y la influencia en el mundo de la web, donde los actos de violencia ya son un común.
Añadió que históricamente, se han identificado cinco tipo de este tipo de homicidios, o bien filicidios, aunque este término no está tipificado dentro de la ley, al menos, no en Chihuahua, donde entran en la clasificación de homicidio por razones de parentesco.
Filicidios, delito no tipificado
En el Código Penal del Estado de Chihuahua el delito de filicidio o infanticidio no está tipificado como tal, tampoco pues únicamente habla del homicidio por vínculo de parentesco dentro de los delitos contra la vida y la integridad corporal.
El Artículo 125 del Código Penal del Estado de Chihuahua, establece una pena de 13 a 30 años de prisión, a quien prive de la vida a su ascendiente o descendiente consanguíneo, en línea recta, hermano, hermano, adoptante, cónyuge, concubina o concubinario, o cualquier relación permanente, con conocimiento de esa relación.
Cuando existan agravantes, las penas aumentan de 30 a 60 años de prisión.
En el artículo 136, que entró en vigor en octubre de 2020, señala que quien comete este tipo de homicidios y exista alevosía y ventaja, la pena puede aumentar de 30 a 60 años de prisión.
El Dr. José Carlos Hernández expuso que el 83 por ciento de este tipo de delitos, los cometen los padres o padrastros, quienes son más sanguinarios y violentos, que las mujeres.
En el 95 por ciento de estos delitos, los victimarios oscilan entre los 24 y 34 años de edad.
Además resaltó que en el 93 por ciento de los casos, las familias en que ocurren estos casos pertenecen a la clase media, baja, o extrema pobreza.
Concluyó, señalando que el ablandamiento de las leyes penales, la corrupción y la impunidad, así como el consumo de drogas se convierten en factores exógenos para que puedan desarrollarse con más fuerza las conductas filicidas.
Publicado originalmente en: El Heraldo de Chihuahua
