Dairy y Jonathan, dos venezolanos que tienen alrededor de dos semanas en la ciudad de Chihuahua no quieren volver a subirse al tren, por miedo e incertidumbre, además que, dentro del campamento de migrantes iniciaron un negocio de comida y piensan en quedarse en la capital para levantar un negocio.
Estos migrantes llegaron huyendo de Venezuela por la violencia en las calles, así como los problemas económicos que ya no podían solventar; Dairy contó que en su país natal tenía un puesto de comida, sin embargo, ya no sacaba lo suficiente para sustentar su vida, por lo que decidió emprender este viaje.
Sin embargo, la mujer venezolana indicó que decidió establecerse en Chihuahua porque ya no quiere volver a subirse al tren, esto luego de todos los accidentes que ha visto y que ha escuchado que le ocurren a sus compatriotas por apresurarse o no tener cuidado al estar arriba de los vagones.
El caso más reciente que escuchó fue hace casi una semana, el pasado 26 de febrero una mujer que se encontraba embarazada de dos meses perdió la vida al caer de la altura de un tren en Torreón, Coahuila, siendo aplastada por las ruedas del ferrocarril.
Según contaron los migrantes que acababan de llegar a la ciudad, la mujer se encontraba sentada arriba del vagón, cuando escucharon a alguien gritar que se acercaban los agentes del Instituto Nacional de Migración, por lo que al intentar huir descendió del tren al mismo tiempo en que el tren frenó y ella cayó a las vías, siendo aplastada y perdiendo la vida.
Ante los violentos accidentes, ni Dairy ni Jonathan desean volver a embarcarse a los trenes, por lo que iniciaron un negocio de comida en el campamento de migrantes al que llegaron; los primeros días utilizaban sartenes que habían traído con ellos para cocinar las comidas típicas con los ingredientes que encontrados en la ciudad.
Con los días, capitalinos se acercaron con ellos y les dejaron diferentes especias y artículos para que continuaran cocinando, llegando a tener múltiples sartenes, una vajilla y una estufa que les fue donada por un ciudadano que pasaba por el lugar.
Dairy vende su comida a sus compañeros migrantes, quienes han comentado que por más agradecidos con los chihuahuenses por la comida que les llevan, están cansados de los burritos, por lo que es un buen cambio poder comprar la comida de la señora Dairy
Esta venezolana consigue suficientes materiales para poder cocinar arroz, ensaladas, huevos revueltos y estrellados, chuletas, granos, pollo, entre otros alimentos en 60 pesos el platillo, los cuales consigue en las tiendas que están cerca de la zona sur de la ciudad.
De esta forma, al ver el apoyo que están teniendo por parte de los ciudadanos, están pensando en quedarse en la ciudad y abrir un puesto de comida, donde venden los platillos típicos venezolanos y establecerse en Chihuahua.
Por otro lado, durante este sábado, tres grupos de migrantes salieron de campamento para continuar con su camino hacía la ciudad fronteriza, debido a que ya no encuentran razones para quedarse y esperan encontrar una forma más eficiente de llegar a su destino durante su camino.
Fueron un grupo de 20 personas, y otros dos con alrededor de 10 migrantes los que reanudaron con su camino; uno de los grupos está decidido en seguir tomando el tren, sin embargo, caminaran hacia el norte de la ciudad para encontrar un punto donde se puedan subir a los vagones sin que se los impidan los guardias ni los agentes de migración.
Mientras que los otros dos grupos prefieren continuar con el viaje a pie, siguiendo las vialidades y carreteras hacia el norte, esperando que algún ciudadano los apoye con un aventón hacia el pueblo más cercano o bien, hasta la ciudad fronteriza.
Publicado originalmente en El Heraldo de Chihuahua
