Esta pandemia le quitó a Manuel Herrera Soto la oportunidad de salir de su casa para vender bolsas de fruta, dulces y frituras, actividad que realizaba para distraerse un poco, sin embargo, no todo fue malo, pues esto le dio la oportunidad de convivir con su familia y disfrutar de sus nietas durante este Día del Abuelo.
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El señor Manuel a sus 80 años suele ser un hombre muy activo, desde hace casi seis años comenzó a vender frituras, frutas y golosinas fuera de las escuelas, esto como distracción y gusto por el trabajo.
Con la llegada de la pandemia tuvo que resguardarse en su hogar porque formaba parte del grupo de personas vulnerables, situación que le dio la oportunidad de convivir y disfrutar aún más a sus nietas y nietos.
“En la mañana vino mi nieta Sofía, me dio un abrazo, se levantó muy temprano. Yo ni sabía que era Día del Abuelo, pero agradezco que haya venido y que también se ponga a platicar conmigo”, expresó.
Don Manuel tiene 17 nietos, quienes lo suelen frecuentar seguido, cada uno de manera incondicional le demuestra su cariño cuando lo visitan. El amor a sus nietos lo ha hecho ganarse un pedazo dentro del corazón de cada uno.
Sofía, su nieta, quien convive con él la mayoría del tiempo, dijo estar muy feliz y agradecida de poder tener aún a su abuelo con ella, ya que es alguien muy importante en su vida.
“Para mí tener a mi abuelo aún, es muy bonito, y doy gracias porque hay muchos niños que no tienen ya esa oportunidad de tener a sus abuelos con ellos, y es especial pasar el Día del Abuelo con él”.
Don Manuel actualmente continúa haciendo cuarentena en su hogar, esperando el día en que pueda volver a su rutina diaria y poder trabajar, pues es algo que le fue inculcado por su padre y que hasta el día de hoy conserva.
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