Con efímera presencia del alcalde se llevó a cabo la entrega de aves ponedoras, que el Estado ofreció en paquete de 10 pollas y un gallo por 200 pesos, pero ni la presencia del presidente y Leopoldo Ochoa, presidente de Desarrollo Rural estatal, impidió agrios comentarios de algunas familias inconformes por la mala calidad de las aves.
Según algunos interesados en comprar las aves, que al final desistieron, aseguraron no fue lo que esperaban, porque las gallinas son viejas, de desecho para la empresa avícola proveedora.
Ciudadanía interesada que desde las tres de la tarde del vienes hizo fila para ser de los primeros en llevarse sus animales dijeron estar “desilusionados, porque son animales viejos, muy exprimidas”, sobre todo, las críticas provinieron de familias del medio rural, “que sí conocemos de estas cosas”, consignaron hombres muy molestos que incluso se negaron a ampliar sus comentarios.
Otras familias de la zona urbana, a pesar de que fueron aconsejadas por los molestos para no adquirirlas, sí las compraron porque aunque viejas, seguirán poniendo huevos para autoconsumo de sus familias.
La entrega estuvo coordinada por la Dirección de Desarrollo Rural municipal y personal de la avícola Featherland.
Gente que sí los adquirió indicaba que los animales llegaron muy estresados por el viaje y confinamiento en pequeñas jaulas, al menos un ejemplar murió, pero con descanso se recuperarán y seguirán poniendo huevos, pero no podrán comerlas inmediatamente, sino hasta que se desintoxiquen de tantas hormonas que les inyectan para acelerar la producción de huevo.
Otros comentaron: “Dada la condición de las aves, ni siquiera sirven como alimento”, aun con todo, fue más gente que las compró que quienes desistieron.
Te recomendamos: