Ahumada, Chihuahua.- Alrededor de 600 personas, encabezadas por autoridades municipales y eclesiásticas, iniciaron la peregrinación en honor a la Virgen de Guadalupe la noche del martes, la cual partió de la parroquia de Anta María Magdalena, hasta el templo Guadalupano, donde los sacerdotes Fernando Nava de la Fuente y Fernando de Santiago, párroco y auxiliar respectivamente oficiaron la misa ante un templo mariano abarrotado y decenas de personas mas al exterior.
La caminata que duró poco menos de 60 minutos contó con apoyo de Vialidad, Policía Federal, paramédicos de Cruz Roja y Urge, además de bomberos.
Fue el presidente municipal, acompañado por su familia y funcionarios de primer nivel quien encabezó a los civiles durante la procesión, detrás de la virgen María y Juan Diego, personificados por Angélica Oñate y Luis Enrique Rivera respectivamente.
El tradicional recorrido, fue modificado para evitar algunas calles en mal estado, pero se respetó parte de la Hidalgo y la vía Matamoros, porque en esta segunda se ubica el templo Santa María Guadalupe.
Con menos gente, en comparación a otros años, apostada en calles por donde paso a peregrinación, el trayecto fue relativamente rápido.
Durante la caminata, familias que colocaron altar a la virgen al exterior de su vivienda, interrumpieron brevemente la caminata para solicitar al párroco, bendijera sus imágenes religiosas.
A su llegada el templo Mariano, la gran mayoría de los caminantes, quedaron fuera del inmueble religioso, porque éste estaba saturado por quienes no caminan, esto siempre ha sucedido, pero esta vez hombres y mujeres adultos mayores integrantes de la procesión, comentaron que propondrán a los líderes católicos que en futuras peregrinaciones, no ábranla puertas del templo mariano, toda vez que personas que llegan directamente, sin haber caminan ocupan asientos y bancas y otras persona que llegan cansadas, tienen que permanecer en pie toda la misa.
¨No es envidia, ni queremos privilegios, pero no es justo s que quienes no caminan, permanezcan de pie, o por lo menos dejen libres los asientos para los viejos; van a proponer al párroco, que otra opción que coloquen sillas al exterior del templo para que por lo menos los viejos y personas con alguna limitantes físicas en las piernas tengan un asiento asegurado.
La fiesta en el templo y fuera de éste, fue multitudinaria, pero no como otros años, a pesar de que clima fue benevolente.
Donde no cupo un alma más y hubo largas filas, fue el área de comida y bebidas calientes.
Casi al final, antes de las tradicionales mañanitas con mariachi, mujeres de la Danza Apache San Juan Diego, presentaron a la integrante más pequeña, de la nueva generación de matachines, la niña Ximena Orozco.