En seis meses estará entregándose el Centro Municipal de los Pueblos Originarios (CEMPO), este martes fue colocada la primera piedra con la presencia de representantes de varios pueblos originarios y autoridades municipales.
Este centro es un proyecto muy esperado por los pueblos indígenas para su apoyo dentro del intercambio de cultura y sus artesanías; el inmueble será construido en la calle Mariscal, justo frente a la plaza de Juan Gabriel.
Se invertirán 20 millones de pesos para esta obra y se busca que esté terminado y entregar el edificio antes de que concluya la actual administración, dijo el Presidente Municipal Cruz Pérez Cuéllar.
El objetivo de este centro es reconocer los derechos fundamentales de las comunidades indígenas, la libre determinación y la autonomía para decidir sobre sus formas de convivencia interna, así como su organización social, política y económica, de manera que funja como un espacio de inclusión para prevenir y erradicar la discriminación y promover el acceso a una vida libre de violencia.
Podrán vender sus artesanías y gastronomía integrantes de las 12 comunidades de pueblos originarios que habitan en la ciudad, además se podrán realizar festivales culturales, agregó el alcalde.
Por su parte la directora del Instituto Municipal de la Mujer, Elvira Urrutia, dijo que para la operación del CEMPO, se creará un Consejo de los Pueblos Originarios a fin de que ellos mismos puedan decidir quienes podrán trabajar ahí, en la venta de sus mercancías.
Rosalinda Guadalajara, representante de los Rarámuris, aseguró que están muy agradecidos porque ya se dio un paso importante con la locación de la primera piedra, ya que este proyecto lo han estado esperando desde antes de que iniciara la actual administración.
“Ese sueño era algo imposible, ver que algún día estuviéramos aquí donde estamos ahora, en un espacio que se creó para todas las comunidades es increíble, es algo muy marcado para nosotros, porque los compañeros que nos han compartido tenían años sin un lugar propio”, resaltó Guadalajara.
Añadió que en el caso de comunidades como los Mazahuas, tienen más de 50 años en la ciudad y los Rarámuris cerca de 30 años, desde que son comunidad y hasta ahora les fue otorgado un espacio para mostrar su riqueza y artesanías.