Rubí Enríquez Parada, esposa del alcalde con licencia, Cruz Pérez Cuéllar dio a conocer su postura por medio de un video, con un semblante de tristeza, quien fungía como presidenta del DIF mencionó: “no vi, no me di cuenta del rostro mezquino de la política hasta que invadió los espacios más íntimos de mi vida familiar con la clara intención de dañar”, relató con voz entrecortada.
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Enríquez Parada utilizó sus redes sociales para manifestar su postura después de que se diera el desalojo de la vivienda en medio de un operativo al cual catalogan como abuso de poder y persecución política: “me niego tajantemente a esta forma de hacer política, como si la angustia fuera el precio que hay que pagar por querer hacer las cosas de la mejor manera”.
La casa que alquilaba Cruz Pérez Cuéllar en el fraccionamiento en mención, fue cateada y asegurada junto con otra propiedad del propietario Daniel Pando Morales, exfuncionario de la administración de Armando Cabada Alvídrez y con Pérez Cuéllar.
“Dicen que las cosas son del color del cristal con que miramos y sí, para mí la política vista desde la solidaridad, se me revela siempre como un espacio de encuentro donde las personas nos reconocemos y juntos nos fijamos metas en común para hacer más amables. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . las realidades más duras que existen”, inició su relato.
“Reconozco que esta forma de mirar me llevó a estar tan ocupada durante estos últimos tres años, recorriendo cada rincón de mi querida Ciudad Juárez, mi hogar donde he conocido a las personas más maravillosas y amables de las que he trabajado de la mano”, agregó Enríquez Parada.
“No entiendo y mucho menos lo acepto porque en mi espíritu no cabe la desesperanza y la intimidación, porque está lleno de gratitud, de su cariño de sus miradas llenas de compresión, de abrazos”, concluyó Enríquez Parada.