"¡Justicia!", Es la única exigencia y reclamo que hace a las autoridades la señora Karla Saenz Reyes, madre de Juan Carlos Medina, quién muriera a manos de un agente de la Guardia Nacional el pasado día viernes.
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Para la afligida madre de familia el asesinato de su hijo está lleno de irregularidades por parte de las autoridades, que han intentando hacer pasar el caso como tráfico de armas, para proteger al agente federal.
Sin embargo, la señora Karla ha puntualizando que ella buscará a toda costa que se esclarezca este homicidio y que se haga justicia buscando la asesoría del Consulado de los Estados Unidos, al ser Juan Carlos un ciudadano norteamericano.
De acuerdo con la GN el agente disparó en defensa al ser amenazado con un arma de fuego por el joven paseño, pero a decir de la señora Karla, los agentes de la Fiscalía le dijeron que las armas que le encontraron a su hijo estaban nuevas, en su estuche.
"Como dicen que mi hijo sacó una pistola si supuestamente las dos estaban nuevas en su estuche, en su caja, entonces como alcanzó a abrir el estuche, sacarla, cargarla y después volverla a guardar", dijo la señora envuelta en llanto.
Agregó que al parecer a su hijo le marcaron el alto para una "revisión de rutina" pasando el Puente Santa Fé, pero su hijo corrió y fue alcanzado hasta las calles Francisco Villa y Tlaxcala, dónde "lo dejaron desangrarse por más de una hora", luego de haberle disparado.
Además, en una fotografía que circula en redes sociales, se aprecia al joven moribundo sentado en la banqueta, desangrado, pero sin ninguna arma en sus manos, lo que hace sospechar aún más el actuar de las autoridades.
"Él era un hombre trabajador, él trabajaba en El Paso, venía de trabajar cuando me lo mataron, si el traía las armas como dicen, eso no era justificación para matarlo", exclamó la señora Karla.
Por si fuera poco, según información filtrada al interior del Servicio Médico Forense, Juan Carlos recibió dos disparos, uno en el hombro derecho que le perforó la arteria de la clavícula y otro en el pecho, además de que tenía las rodillas raspadas, como si hubiera forcejeado.
Este caso resulta un tanto similar al asesinato de los agricultores Jaime Torres y Yesica Silva a principios de septiembre del 2020, quienes fueron interceptados por elementos de la Guardia Nacional tras haber participado en una manifestación en la Presa la Boquilla.
Según familiares, la pareja fue atacada a tiros por los elementos federales luego de que estos les marcarán el alto, para después asegurar que lPS agricultores llevaba algunos artefactos explosivos ocultos en la camioneta que tripulaban, para justificar la agresión.
