El sacerdote Oscar Enríquez, director del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, lamentó profundamente el asesinato de los padres jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, además de un civil en la comunidad de Cerocahui, municipio de Urique, Chihuahua.
“El padre Javier Campos era muy cercano a mi persona, de hecho fuimos asesores de comunidades de base por años, él en la Tarahumara y yo aquí en Ciudad Juárez y compartimos asambleas nacionales, encuentros regionales, eucaristías y evidentemente lamentamos profundamente su muerte, el asesinato del que fue objeto junto con su compañero”, expresó el padre Enríquez.
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Destacó que el asesinato se dio en un contexto de extrema violencia, con víctimas inocentes.
“Es un hecho que en el estado de Chihuahua hay regiones en que impera el crimen organizado, una región reconocida por esa situación es la Tarahumara, igualmente al noroeste del estado de Chihuahua, como Juárez, el Valle de Juárez realmente hay una presencia del crimen organizado incontenible, a veces se llevan víctimas inocentes como es el caso”, señaló el director del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte.
“Me parece también muy ejemplar porque me parece que a la persona que perseguían busco refugio en el templo, uno de los sacerdotes por misión, por misericordia, por hermandad lo acogen, lo cobijan, es lo propio de un sacerdote y ese testimonio debe de ser imborrable, además de lamentar el hecho hablamos de este gesto de fraternidad de parte de los sacerdotes”, agregó.
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Resaltó que hay una demanda de toda la iglesia del estado de Chihuahua a que se haga una investigación a fondo.
“Que se dé con los responsables, que se haga justicia y se sancione al responsable oa los responsables, es una exigencia básica”, concluyó.
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