La escuela primaria Ing. Pascual Ortiz Rubio recibe a niñas y niños migrantes para que continúen sus estudios y en estos momentos cuenta con 47 alumnos que cursan diferentes grados, pero del 19 de septiembre de 2022, fecha que inició el ciclo escolar a la fecha, han tenido alrededor de 200 niños migrantes, destacó Dora Elia Espinoza Cota, directora del plantel escolar.
Todos estos niños que están en la escuela son porque la institución educativa abrió las puertas para que fuera escuela abierta para niños migrantes, que es una población muy flotante, pero constante.
Mencionó que son alumnos que vienen de diferentes países como Nicaragua, Venezuela, El Salvador, Guatemala, Honduras, niños migrantes que son desplazados de México, estados que vienen, por ejemplo, de Zacatecas, Chiapas, Oaxaca, Michoacán, entre otros.
Hay ocasiones en que la escuela tiene 80 menores migrantes, a veces tienen 50 o menos, por eso la población es bastante flotante.
La Maestra Espinoza Cota explicó que cuando empezaron a hacer el proyecto de recibir a niños migrantes, tuvieron que prepararse para ver cómo iban a trabajar con ellos académicamente porque desconocían el nivel que tenían.
Para eso, hacen un diagnóstico junto con el equipo de la Casa del Migrante, primero realizan una encuesta para ver hasta qué grado llegaron y hasta el último día que asistieron a la escuela, de ahí parten el diagnóstico para colocarlos en los grupos, que también toman en cuenta la edad del niño.
“Lo más importante para nosotros es que los niños cuando se van de aquí (escuela) se llevan un documento certificado por la Secretaría de Educación Pública para ingresar a otra escuela a donde se vayan, ya sea que si logran pasar hacia Estados Unidos o se regresan a su país o a su estado, llevan un documento donde cursaron y va con la calificación del nivel que llevan los niños, claro con observaciones, indicaciones y todo lo que se requiere, van certificados de la escuela, ellos los inscribimos en el sistema”, subrayó.
Para poderlos inscribir no es necesario que lleven tanta documentación, pero, además, se ha observado que los papás migrantes llevan consigo las actas de nacimiento, algunos traen documentos de la escuela de donde vienen, pero de todos modos que no lleven documentos los admiten en la escuela, una vez que llenan una forma específica que salen en el sistema educativo.
La directora de la escuela, Ing. Pascual Ortiz Rubio, indicó que un 95 por ciento de los niños que han llegado a la escuela, han traído su documentación.
Estos estudiantes no terminan el ciclo escolar precisamente porque son migrantes flotantes, hay alumnos que duran un mes o hasta dos meses, pero durante el ciclo entran y salen niños de la escuela.
“Para el 14 de febrero me hablo un niño que era de sexto año desde Michigan donde estaba muy contento, donde llegó con su constancia y no tuvo ningún problema para entrar a la escuela y comentaba que el director de aquel plantel en Estados Unidos le hacía muchas preguntas de cómo lo habíamos tratado y todo eso y dice que le ha ido muy bien en la escuela y lo recibieron muy bien”, resaltó.
La Maestra Dora Elia Espinoza Cota externó la importancia que los niños migrantes se mantengan ocupados en la escuela en vez de andar con sus papás en la calle, ya que interactúan con los demás niños, que los reciben con los brazos abiertos.
