Horas antes de la visita a El Paso, Texas, del presidente Joe Biden, la situación que se vive en El Paso, Texas, se mantienen en la normalidad y calma.
El cruce de puentes internacionales está en completa calma, poca fila de carros.
El cruce peatonal fluye de manera rápida y sin revisión exhaustiva.
Esta es la primera ocasión en la que el presidente de Estados Unidos, visitará las frontera desde que asumió el cargo.
Además, llega en medio de una crisis migratoria, en la cual, miles de migrantes cruzan diariamente a través del río Grande/Bravo para solicitar asilo político.
En el perímetro de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, venezolanos que están de manera ilegal, permanecen tranquilos a la espera de noticias.
Aunque hoy todo esta en calma, las reacciones de la visita del presidente se dieron desde el sábado, con la marcha y manifestación de varias organizaciones a favor de los migrantes, entre ellas de Red Fronteriza de los Derechos Humanos.
"Ustedes tienen derecho a pedir asilo, estamos tratando de empujar la idea, que quienes estén aquí, se les dé una oportunidad de aplicar a través de algún sistema, eso es lo que queremos y es el mensaje que le estamos llevando al presidente Biden para que no sean expulsados", fueron palabras de Fernando García, director de Red Fronteriza por los Derechos Humanos, que dirigió a cientos de migrantes que participaron en la marcha.
El viernes, opuesto a la defensa de los migrantes, se dio un hecho de extrema fuerza, donde un agente de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), detuvo a una persona en la puerta del Centro de Oportunidades para Personas sin Hogar.
Mientras que del lado de México, en varias fronteras, ya empezaron los retornos de personas de Nicaragua, Cuba, Haití y Venezuela que estaban de manera irregular en Estados Unidos, siendo procesados por la Patrulla Fronteriza.