El albergue del Kiki Romero, manejado por Gobierno Municipal, se encuentra actualmente con una ocupación del 60 a 70 por ciento, es decir, sólo el 30 por ciento queda para recibir a los venezolanos migrantes que podrían tener la necesidad de un espacio humanitario tras ser deportados de Estados Unidos bajo el Título 42.
“Siempre estamos atentos a las necesidades de la ciudad, estamos listos en el albergue para poder atender a las personas”, dijo Santiago González, de la Dirección Municipal de Derechos Humanos.
Comentó que en caso que surja una necesidad de mayor espacio, estarán coordinándose con autoridades y organismos internacionales competentes para que apoyen para ampliar su capacidad.
En materia de espacio de albergues, informó que es una situación muy dinámica, ya que al mes circulan aproximadamente 300 personas por mes.
“Sin embargo, no tenemos cupo para 300 personas, actualmente en el albergue estamos en una adaptación de sistema sanitario, pero una vez determinando esta situación podríamos recibir hasta 80 personas en el Kiki Romero”, opinó Santiago González, titular Derechos Humanos.
Añadió que los movimientos migratorios es común que se hagan predicciones que resulta que no se materializan, ya que este caso ocurrió con la terminación del protocolo de protección a migrantes.
“Se vaticinaba un aumento exorbitante, y nos preguntábamos cómo hacer frente al aumento de migrantes y nunca sucedió ese aumento desmesurado de personas que se planteaba”, recordó el derecho humanista.
Comunicó que habría que esperar a que se dé el retorno de los venezolanos, para poder observar cuales son las necesidades y coordinarse con las autoridades competentes.
Desde el miércoles, entró en vigor la ley migratoria de Estados Unidos, en donde podrá deportar a México a personas provenientes de Venezuela, Nicaragua y Cuba, quienes tendrán que ingresar al vecino país sólo de manera legal.