La Casa del Migrante cuenta con dos médicos de planta que trabajan de lunes a viernes, de igual manera está una organización internacional que ayuda con médicos y enfermeros para otros turnos que pueden ser los fines de semana, informó Francisco Javier Bueno Guillén.
Indicó que para situaciones más complejas en la población migrante que cuenta el albergue, son canalizados a un hospital de la localidad.
Mencionó que en estos momentos es bueno el estado de salud de las personas en situación de movilidad que se encuentran en la Casa del Migrante.
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Comentó que, por temporada de cambio de clima, algunas de las personas que llegan al albergue presentan gripa, cuestiones respiratorias, ya que antes de llegar a esta frontera, pasan por muchas estaciones a lo largo del trayecto del tren.
Otro de los síntomas que presentan las personas en situación de movilidad cuando entran a la Casa del Migrante, son cuestiones estomacales ya sea por los alimentos que ingieren, ya sea comida pasada o por tener mucho tiempo sin comer.
“Gracias a Dios tenemos medicamentos para ir atendiendo lo emergente, sin embargo, muchas situaciones lo que hacemos es, canalizar con los migrantes y decirles: este medicamento no lo tenemos, a veces se puede conseguir, a veces ellos mismos con el dinero que pueden traer a lo largo de su trayecto lo compran”, enfatizó.
El Padre Bueno Guillén expuso que en los últimos frentes fríos no se ha reflejado un flujo mayor de migrantes al albergue, pero igual manera están los otros espacios que han abiertos sus puertas como son el kiki Romero y Leona Vicario.
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El director de Casa del Migrante externó que es bienvenida la ayuda de la ciudadanía para donar artículos para las personas en situación de movilidad como son cobijas, ropa de invierno para todas las edades, sobre para niñas y niños.
Actualmente la población en la Casa del Migrante es de 360 personas, de esta cantidad, alrededor de cien son niñas, niños y adolescentes que es una tercera parte quienes están en el albergue.
