Por mutuo propio y por corazón altruista, los funcionarios de primero y segundo nivel del municipio de Juárez donaron parte de su sueldo para la compra de despensas para los mas necesitados en estos tiempos de pandemia.
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El alcalde Armando Cabada podrá con 200 mil pesos. Con lo que se junte de la coperacha comprarán 4 mil despensas mas, las que se suman a las miles que ya ha repartido el municipio.
No hubo cuota aplicada, los donativos de los servidores públicos fueron autoimpuestos, y según nos dicen, la gran mayoría no anduvieron con mezquindades, se desprendieron de la totalidad del cheque para donarlo a la causa.
Lo que si es una mezquindad política o un abuso en el marco del problema humano-sanitario que estamos viviendo, y hasta un acto adelantado de campaña, el que a las llevadas y traídas despensas las firmen con la imagen de la “i” de independiente.
Y a los partidos del PAN y PRI, todo les pasa de noche. Así las cosas.
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Las cantidades en el papel nomás no dan, Armando Cabada primero dijo que conseguiría y entregaría 100 mil despensas, luego los altruistas funcionarios se pusieron la del Puebla para adquirir otras 4 mil.
Pero resulta que, de acuerdo a las propias declaraciones del alcalde y de la directora de Desarrollo Social, Laura Enriqueta, han declarado ante medios que hasta el jueves santo llevaban entregadas 30 mil despensas.
Un leve ejercicio si llevan entregadas en una semana 30 mil cajitas y habiendo trabajado sin descanso siete días continuos con la mitad del personal de Desarrollo Social sin trabajar, debió haber bajado a colonias 4 mil 300 por día. ¿Será?
Mención aparte merecen las siguientes preguntas: ¿quién a visto las 130 mil despensas? ¿Cuánto costaron? En fin cuando menos se puede cuestionar o evidenciar la cantidad y dejar a un lado los costos.
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No hay político que tenga mas detractores dentro de su propio partido político que el priista Omar Bazán Flores. Dicen sus críticos que el diputado es muy activo, pero siempre con ideas oportunistas, como las que saca y difunde hoy por la contingencia del coronavirus.
Sin mucha creatividad, el dirigente partidista externa opiniones “sin ton ni son”, solo para llevar agua a su molino.
Antes del Covid-19, el legislador tricolor solo sacaba exhortos sin mucho orden, sin concierto, y eso que como presidente de partido tiene todo un engranaje legislativo de fracción en el Congreso.
Y decimos Omar, no el PRI, porque “Omar es Omar y solo Omar”. No hay otro.
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El nuevo secretario de Desarrollo Social Luis Aguilar Lozoya, está promoviéndose abiertamente por las vías oficiales, lo cual está prohibido por la legislación.
De forma descarada, el funcionario estatal utiliza los medios gubernamentales para resaltar, no sólo su nombre completo, sino además su imagen.
En la página oficial de dicha dependencia, en las últimas seis notas o boletines, en cinco de ellos aparece su fotografía, con lo cual le rinden culto a la personalidad.
Desde que entró a dicho cargo, se han empeñado en favorecerlo de esa manera y a decir de algunos analistas, no se descarta que se quiera utilizar a dicha área a su cargo, para tareas electorales en el 2021, lo cual estaría igualmente penado por la ley.
El Instituto Nacional Electoral (INE) tiene determinado que los servidores públicos no pueden aparecer en la propaganda gubernamental, incluso fuera de proceso electoral.
Los funcionarios, no pueden utilizar recursos públicos para promover su nombre o imagen fuera de los periodos de informe de labores.
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Parte de los 35 millones de pesos que se lograron en Ciudad Juárez del programa Fortaseg, podrían ser destinados a la compra de insumos médicos para enfrentar la pandemia por el Covid-19.
Lo anterior, luego de una instrucción nacional dada, por el presidente de México Andrés Manuel López Obrador.
Se determinó que los estados y municipios podrán disponer del recurso del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública (FASP) y del Fondo para el Fortalecimiento de la Seguridad (Fortaseg), destinado a la capacitación de los cuerpos policiacos y a la prevención del delito, para este nuevo problema que ataca a todos los sectores por igual.
Habrá que ver qué determina Armando Cabada Alvídrez en Ciudad Juárez, porque la queja era que los 35 milloncitos de pesos asignados, resultaban insuficientes, para tanta necesidad que tenía la corporación.
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Alumnos de la Universidad Regional del Norte se quejaron por la voracidad de la institución ya que a pesar de la suspensión de clases, no les han dejado de clavar el colmillo, para sangrarlos con las colegiaturas.
Son mil 500 pesotes por mes y si los pagan después de la fecha acordada, les cobran hasta el 5 por ciento más, es todo un gran negocio.
Se sabe que la Profeco y las autoridades en general, han pedido una solidaridad social, para que haya consideraciones sobre todo con los mexicanos que están más en desventaja social, como serían los estudiantes universitarios que a duras penas pueden pagar en algunas ocasiones, sus mensualidades.
Así que creyeron que la URN se mostraría empática, sin embargo, lo que han encontrado es que sus directivos dejan ver el lucro descarado y no les hacen ni siquiera un descuento. Les cobran íntegro, en esta actual crisis de coronavirus.
En los momentos de problemas es cuando mejor se conoce a las personas o a las instituciones.
