Ciudad Juárez, Chihuahua.- Ubicado en la colonia Álvaro Obregón, en Ciudad Juárez, el albergue El Buen Pastor se convirtió en el refugio de más de mil 300 migrantes centroamericanos en un solo año.
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De Honduras, Guatemala, Salvador, Cuba, Rusia, Irak, Camerún, Congo, Turquía y hasta mexicanos son los migrantes a los que gracias a la hospitalidad del pastor Juan Fierro se han recibido en ese lugar.
“Nos cambió todo cuando comenzó la crisis migrante en la Ciudad hace un año. Nunca pensamos que los cambios que se iban a presentar fueran a ser tantos. Aquí vieron migrantes hasta por seis meses cuando el albergue únicamente los recibía por tres días”, contó a El Mexicano Juan Fierro.
De acuerdo con Fierro, fue durante finales del 2018 hasta este mes que llegaron en tránsito más de mil 300 migrantes, siendo este mes el más bajo, ya que únicamente habitan 90 migrantes de diferentes nacionalidades, entre ellas mexicanos.
“De esos 90 algunos tienen seis meses y otros días. Cuando nosotros comenzamos nunca pensamos que los cambios fueran a ser tan bruscos, desde hace muchos años en este albergue solo se le daba a uno a tres días y con un estudio así bien detallado llegaban a estar aquí cinco días para que ellos pudieran cruzar, ellos (migrantes), 0solo a eso venían”, indicó Fierro.
Fue cuando comenzaron los cambios politícos en materia de migración en Estados Unidos que los tiempos comenzaron a alargarse para los migrantes que llegaba hasta esta frontera y eso también repercutió en los albergues de la localidad.
Fueron primero 7 días, después 15, luego 21, después se extendió hasta un mes, mes y medio y luego hasta seis meses. Los centroamericanos fueron los más afectado, sobretodo los cubanos y personas de habla hispana, lo que hizo que se acrecentara el tiempo de las citas en el CBP, tuvimos algunos con hasta seis citas para pasar a Estados Unidos
Debido a la cantidad de migrantes que se llegaron a albergar en El Buen Pastor, fue necesario crear tres listas de personas, la primera quienes tienen un número para la entrevista con el CBP, después la de los retornados y la última y más reciente que son los mexicanos desplazados.
“El frío ya está trayendo aquí a los mexicanos, duermen aquí y en la mañana se regresan porque la mayoría trae bebés y ya comenzamos a albergarlos”, mencionó.
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El Buen Pastor, ha servido en el último año como un refugio de migrantes que a diario llegan a esta localidad y por esa razón no solo cambiaron su forma de operar sino, sus instalaciones y personal.
“Nos cambió en todos los aspectos, recibíamos solo hombres, ahora que, si niños, mujeres, bebes, espacios lúdicos para niños, que se necesitan más sanitarios, que eran muy pocos los sanitarios, todo eso cambió. De dos sanitarios y regaderas ahorita estamos en el proceso de ampliarnos para más. En todo eso ha cambiado el albergue”, añadió.
Actualmente el albergue recibe apoyo tanto de congregaciones evangélicas quienes envían recursos, así como de los tres niveles de gobierno.
“Cuando tuvimos la contingencia comenzó el Gobierno del Estado con los apoyos en todos los sentidos, con despensas, colchonetas, sector salud y demás. Después se agregó el Municipio apoyando con cuestiones de Limpia, Seguridad Pública, mientras que el Gobierno Federal actualmente cubre el gasto de servicios como electricidad y agua. Se fue dando todo lo necesario en cuanto alimentación, salud y demás para poder tener aquí a los migrantes”, añadió.
Aun y cuando la llegada de migrantes centroamericanos o extranjeros bajó en la localidad, El Buen Pastor continuará como un albergue de brazos abiertos ahora para los migrantes mexicanos que están desplazados por la violencia de sus estados.
Actualmente habitan pequeñas familias originarias de Guerrero, Michoacán, Oaxaca y hasta Torreón, sin embargo, el pastor Juan Fierro, se dice preparado para recibir más en caso de ser necesario.
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