Ciudad Juárez Chihuahua.- Alrededor de 300 cadáveres se encuentran apilados en el Servicio Médico Forense (Semefo), con lo cual se rebasa la capacidad de dichas instalaciones en Ciudad Juárez, informaron fuentes al interior de la Fiscalía del Estado de Chihuahua.
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El laboratorio de Ciencias Forenses se ubica en el Centro de Control, Comando, Comunicación y Cómputo (C4), entre las calles Fortín de la Soledad y Valle del Cedro, de la colonia Morelos III.
Según declaraciones anteriores del fiscal general del Estado, César Augusto Peniche Espejel, los cuerpos que permanecen sin identificar, no pueden ser inhumados por falta de perfiles genéticos que permitan su posterior reconocimiento ante posibles reclamos de familiares.
El pasado 14 de febrero, la Fiscalía General del Estado llevó a cabo una inhumación en el cementerio San Rafael, donde dio sepultura a 47 personas, para desahogar el inmueble.
En esa ocasión, se dio a conocer que los cadáveres estaban bajo resguardo desde el año pasado.
De dichos cuerpos enterrado en esa ocasión, 1 fue del sexo femenino y 46 del masculino.
Entre las causas de muerte sobresale que 25 derivan del fenómeno de abandono social, pues fallecieron de forma natural, sin embargo no fueron reclamados por sus familiares.
Por otra parte, de acuerdo con el Ministerio Público adscrito a la Unidad Especializada de Delitos Contra la Vida, 19 perdieron la vida por hechos dolosos. Es decir, por homicidio en diversas modalidades.
De igual forma, 1 correspondió a suicidio y en 2 más no se logró establecer el motivo de su muerte, por lo que fue indeterminada.
HASTA EN LOS PASILLOS
Sin embargo, en relación a las personas fallecidas que aún se encuentran al interior del Semefo, las fuentes que prefirieron no ser identificadas, refirieron que los anaqueles están saturados de cadáveres, e incluso colocados en pasillos, en incumplimiento de los protocolos.
Los restos humanos corresponderían a personas fallecidas en los últimos cinco años.
Se buscó la versión oficial tanto del fiscal Peniche Espejel, como del vocero Carlos Huerta, no obstante ninguno de los dos estuvo disponible.
AROMAS QUE REBASAN LAS PAREDES
De acuerdo a las personas que brindaron los datos, la preocupación de la saturación es que conforme avancen las semanas, el clima será más caliente y los refrigeradores podrían ser insuficientes para mantener fríos los cadáveres, de tal manera que se corre el riesgo de generar malos aromas que incluso rebasen las paredes donde se les resguarda.
Años atrás, vecinos de la zona se han quejado de los olores a putrefacción que emanan del laboratorio, sobre todo en primavera y verano.
Aunque los cuerpos no han sido reclamados por familiares, la FGE ha referido que se cuenta con el perfil genético, muestras y estudios multidisciplinarios de dactiloscopía, antropología, odontología y medicina por si existe un posterior cotejo de ADN con sus familiares, que sirva para identificación y reclamo por sus seres queridos.
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