Aun con la cuarentena que se vive en la ciudad, el crimen organizado ha encontrado la forma de seguir operando y los ajustes de cuentas no cesan en este mes, al llegar a un total de 152 casos durante el 2020.
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Según datos proporcionados por la Fiscalía General del Estado, hasta las primeras horas del domingo se habían perpetrado un total de 14 hechos violentos en las calles de nuestra frontera, tan solo durante el fin de semana.
Para el día viernes, la agencia investigadora atendió un total de 6 homicidios, mientras que para el sábado, se perpetraron 8 crímenes más, estos en diversos sectores, principalmente al poniente y suroriente de la mancha urbana.
Entre los hechos que generaron mayor alerta estuvo el de padre e hijo que llegaron baleados a la Cruz Roja de Salvárcar, donde minutos más tarde se reportó la muerte del menor, según la información proporcionada por las autoridades.
Los hechos ocurrieron la tarde del viernes, cuando los dos lesionados fueron llevados a bordo de un vehículo particular hasta el citado nosocomio, tras haber sido baleados en la calle Soneto 156.
Para la mañana del sábado, un grupo de sicarios asesino a un vendedor de jugos afuera del FEMAP, ante la mirada de soldados y elementos de la Guardia Nacional que vigilan el Puente Lerdo, en las calles Rivas Guillén y David Herrera Jordan.
En otro de los casos, para la tarde de ese día, dos hombres fueron atacados a balazos al interior de un deshuesadero de motos, ubicado en las inmediaciones del fraccionamiento Las Arecas, a donde arribaron autoridades de todas las corporaciones policíacas.
Los hechos ocurrieron en el inmueble de las calles Las Arecas y Praderas de Amelia, lugar donde quedaron los dos cuerpos destrozados por las balas junto a varias motopartes, que al parecer contaban con reporte de robo, a decir de ministeriales.
Este repunte de violencia se da tras el traslado de cuatro líderes criminales que se encontraban recluidos en el Centro de Reinserción Social Estatal 3 y el Centro Federal de Reintegración Social 9, con la intención de disminuir la inseguridad en Juárez.
Los reos extraídos del Cereso fueron Oscar Eduardo Vargas Romo aiias el Negro Valles y Jaime Damián Tovar Carrillo, mientras que del Cefereso fueron Santiago E. C., alias el Miclo, y René Gerardo Garza Santana el 300.
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