El cristal, la droga de los pobres

CIUDAD JUÁREZ, Chih.- La "droga de los pobres", el cristal, parece haber destronado a la heroína y la cocaína en piedra de la preferencia de los adictos, por su bajo costo y efecto duradero, según autoridades, especialistas y usuarios de esta droga química.

Anteriormente la "chiva" era la preferida por los "tecatos" de esta ciudad, cuyo costo den 2005 al 2010 rondaba los $50 o $70 pesos por dosis y se llegó a incrementar hasta los $100 pesos, cuando cobró fuerza la llamada "guerra contra el narco" del ex presidente, Felipe Calderón.

En el caso de la cocaína y la cocaína en piedra, esta última era, en aquel entonces, la droga de moda y preferida por varios adictos, porque su efecto "daba para arriba", manteniéndolos despiertos y en alerta.

Su costó era casi similar al de la heroína, iniciando en los $50 pesos y por la demanda llegó a comercializarse hasta los $100 pesos por dosis, en algunos sectores de la ciudad.

Autoridades concuerdan en que la droga más comprada y utilizada es la marihuana, en segundo lugar el cristal y en tercero la heroína, dejando el uso de la cocaína a la clase media o media alta, siendo la preferida de empresarios y personas adineradas.

Actualmente, el precio por dosis de la cocaina, piedra y heroína se mantiene alrededor de los $150 pesos, mientras que el cristal y la marihuana se puede conseguir desde los $50 pesos en los picaderos.

"Marina", sexoservidora de la Zona Centro, refiere que anteriormente ella era adicta a la cocaína en piedra y había días en los que se gastaba hasta mil pesos en droga, la cual costaba con los "cuartos" que hacía cobrando desde $200 pesos por cliente.

Al cuestionarle sobre el cristal, dijo que como ella varias amigas "prendidas de esa mierda", que gastan sus $500 pesos por noche en pura "loquera", pero aun así la consiguen.

"Ya la chiva la usan casi puros tecatos de los viejos, ahorita se mueve más el cristal porque está bien bara, si estás empezando una dosis te dura todo el día", aseguró.

Por su parte, un taquero apodado "El Wences" dijo que el en su vida solamente "le hizo" una vez al cristal, pero que con eso le quedaron ganas de no volver a probarla, ya que por "tres jalones" que le dio se la pasó toda la madrugada sin poder dormir, "paniquiado" en su casa.

Según el sitio web drugabuse.gov, aunque poseen un efecto casi similar, la metanfetamina y la cocaína son muy diferentes en cuanto a poder, ya que mientras el cuerpo tarda dos hora en desechar por completo la cocaína, en el caso del cristal le toma hasta 12 horas para deshacerse sólo del 50% de la droga en el organismo.

La diferencia entre la chiva y el cristal es que la heroína es un derivado del opio, concretamente de la planta de la morfina, cuya cápsula se llama “adormidera”, de la que se extrae una resina llamada “pan de opio”, que es la sustancia activa. Es además un opiáceo semi-sintético.

Se presenta como un polvo cristalino blanco, inodoro, muy fino, aunque su aspecto puede variar dependiendo de los procesos de purificación a los que haya se haya sometido, y se vende en dosis individuales llamadas “papelinas”.

Actúa como un depresor del sistema nervioso central (SNC), es relajante. En un principio produce una sensación de intenso placer (“flash”) y euforia, seguido de apatía y somnolencia. Tras un período de consumo, la sensación es de bienestar, de estar en un sueño alejado de todo.

Por su parte el cristal o La metanfetamina es una droga blanca y cristalina que se consume inhalándola por la nariz, fumándola o inyectándosela con una jeringa, mientras que su fabricación es a base de químicos como el ácido muriático, el ácido de batería, la sosa cáustica, el acido clorhídrico y el raticida.

Algunos incluso la toman por vía oral, pero todos desarrollan un fuerte deseo de continuar consumiéndola porque la droga crea una sensación falsa de felicidad y bienestar, una ráfaga (sensación fuerte) de confianza, hiperactividad y energía. También se experimenta disminución del apetito y los efectos de esta droga generalmente duran entre 6 y 8 horas, pero pueden durar hasta veinticuatro horas.