/ martes 26 de mayo de 2020

Antropometría Post Covid

El pernicioso acontecimiento mundial que venimos sufriendo desde el inicio del año, bajo la terrorífica pandemia Covid 19, provocará una serie de cambios en los rituales familiares, escolares, laborales, deportivos, políticos, y sociales, del futuro; por mencionar sólo algunos.

La sana distancia obliga, de entrada, a cambiar completamente los paradigmas de la antropometría universal.

En adelante, como regla para protegerse de posibles contagios, reinventaremos la cotidianidad con nuevas reglas que luego se harán costumbre.

Ya tenía tiempo de no conversar con mi ANACORETA de cabecera. Hubieron semanas de reflexión que nos sustrajeron de nuestras conversaciones reptilianas. Y al retomar el chat este fin de semana, me dice:

"Esto que vivimos ha sido excepcional, no sólo por la parálisis y la infodemia.

El fenómeno, ha desnudado a muchos cercanos que jamás imaginamos verlos víctimas de las circunstancias llenos de miedo, metidos en los sótanos y ante sus computadoras, exigiendo escarmiento público a quienes no compartieron su neurosis, a los que salieron a la calle porque así lo decidieron, sin tapabocas ni miedo al otro.

Hay muchos que he observado. Algunos recuperaron su fe, se volvieron repentinamente creyentes fervorosos.

Esperando que del cielo viniera el milagro de desaparecer el virus de esta gripe.

He vivido para verlos.

He visto rostros y angustias que no hubiera visto sin el mentado coronavirus corriendo en los medios desaforadamente. Ellos han conocido la antesala del infierno. Yo sólo los he visto. No los vi prestos a saludar a su San Pedro.

Lo que yo observo es cómo se ven ante lo que finalmente es inevitable: la muerte. Y enseguida; -¿A dónde voy, tengo alma trascendente? ¿A dónde se va después de morir?

Por más viejos que sean no piensan en la muerte, asumen que son eternos. Que a ellos aún no les toca, que le toca al otro, no a ellos. ¡Ah pero cuando la ven cerca...! Se desparraman, se les cae el barniz. Pierden la compostura y el equilibrio emocional. Se vuelven seres frágiles, intrascendentes. Polvo de estrellas."

Y luego, le comento...

La situación que guarda en estos momentos la industria mexicana es de ansiedad.

La pandemia de Covid-19 restó 53,000 empleos formales en Nuevo León solamente en abril.

La entidad tuvo una reducción en la plantilla laboral de 53,000 plazas, y en el sector de manufactura una baja de 9,528 puestos de trabajo.

Las pérdidas de empleo podrían agravarse. Las cifras son evidencia de la urgencia de un proyecto claro de reactivación económica en México. Y aunque los lineamientos para la reapertura de la economía nacional, están claras en el decreto de LA NUEVA NORMALIDAD, está claro que aún no les cae el veinte a los empresarios, que necesitan documentar un plan de salud para proteger a sus trabajadores a través de protocolos ya definidos por la OMS, secretaría de salud y secretaría del trabajo y previsión social.

El decreto de la nueva normalidad, cae de refresco a las ansiedades de los industriales.

Sin embargo, hay resistencia para cumplir con los lineamientos y exigencias que requieren estas dependencias.

Y no es una resistencia por necedad, sino por ignorancia, no saben concretamente cómo resolver el problema pues apenas se están poniendo las condiciones sobre papel.

Pronto se harán presentes los protocolos para la reapertura, formal y segura de la empresa nacional. Y con ellos, los primeros cambios de paradigmas que nos impulsan al futuro POST COVID.

El pernicioso acontecimiento mundial que venimos sufriendo desde el inicio del año, bajo la terrorífica pandemia Covid 19, provocará una serie de cambios en los rituales familiares, escolares, laborales, deportivos, políticos, y sociales, del futuro; por mencionar sólo algunos.

La sana distancia obliga, de entrada, a cambiar completamente los paradigmas de la antropometría universal.

En adelante, como regla para protegerse de posibles contagios, reinventaremos la cotidianidad con nuevas reglas que luego se harán costumbre.

Ya tenía tiempo de no conversar con mi ANACORETA de cabecera. Hubieron semanas de reflexión que nos sustrajeron de nuestras conversaciones reptilianas. Y al retomar el chat este fin de semana, me dice:

"Esto que vivimos ha sido excepcional, no sólo por la parálisis y la infodemia.

El fenómeno, ha desnudado a muchos cercanos que jamás imaginamos verlos víctimas de las circunstancias llenos de miedo, metidos en los sótanos y ante sus computadoras, exigiendo escarmiento público a quienes no compartieron su neurosis, a los que salieron a la calle porque así lo decidieron, sin tapabocas ni miedo al otro.

Hay muchos que he observado. Algunos recuperaron su fe, se volvieron repentinamente creyentes fervorosos.

Esperando que del cielo viniera el milagro de desaparecer el virus de esta gripe.

He vivido para verlos.

He visto rostros y angustias que no hubiera visto sin el mentado coronavirus corriendo en los medios desaforadamente. Ellos han conocido la antesala del infierno. Yo sólo los he visto. No los vi prestos a saludar a su San Pedro.

Lo que yo observo es cómo se ven ante lo que finalmente es inevitable: la muerte. Y enseguida; -¿A dónde voy, tengo alma trascendente? ¿A dónde se va después de morir?

Por más viejos que sean no piensan en la muerte, asumen que son eternos. Que a ellos aún no les toca, que le toca al otro, no a ellos. ¡Ah pero cuando la ven cerca...! Se desparraman, se les cae el barniz. Pierden la compostura y el equilibrio emocional. Se vuelven seres frágiles, intrascendentes. Polvo de estrellas."

Y luego, le comento...

La situación que guarda en estos momentos la industria mexicana es de ansiedad.

La pandemia de Covid-19 restó 53,000 empleos formales en Nuevo León solamente en abril.

La entidad tuvo una reducción en la plantilla laboral de 53,000 plazas, y en el sector de manufactura una baja de 9,528 puestos de trabajo.

Las pérdidas de empleo podrían agravarse. Las cifras son evidencia de la urgencia de un proyecto claro de reactivación económica en México. Y aunque los lineamientos para la reapertura de la economía nacional, están claras en el decreto de LA NUEVA NORMALIDAD, está claro que aún no les cae el veinte a los empresarios, que necesitan documentar un plan de salud para proteger a sus trabajadores a través de protocolos ya definidos por la OMS, secretaría de salud y secretaría del trabajo y previsión social.

El decreto de la nueva normalidad, cae de refresco a las ansiedades de los industriales.

Sin embargo, hay resistencia para cumplir con los lineamientos y exigencias que requieren estas dependencias.

Y no es una resistencia por necedad, sino por ignorancia, no saben concretamente cómo resolver el problema pues apenas se están poniendo las condiciones sobre papel.

Pronto se harán presentes los protocolos para la reapertura, formal y segura de la empresa nacional. Y con ellos, los primeros cambios de paradigmas que nos impulsan al futuro POST COVID.

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