/ jueves 22 de abril de 2021

El Hubiera...

¡REPAREMOS… LA VENTANA QUE NOS TOCA!

En colaboración anterior tocamos el impacto que en Ciudad Juárez tiene la teoría de “Las Ventanas Rotas”, que surgió de uno de los experimentos sociales de Philip Zimbardo, y vimos la responsabilidad en la incurren los gobiernos; municipal, estatal y federal, para que la Heroica Ciudad Juárez padezca y parezca un estado de abandono.

En nuestro diario acontecer, y fuera del actuar de los gobiernos, los ciudadanos de a pie, sin distingos de posición económica, social, geográfica, etc. hemos participado casi todos; unos más, otros en menor medida, a que la “Teoría de las Ventanas Rotas” este en plena vigencia en nuestra frontera. Como parte de la explicación de esta teoría, veamos; caminamos por las rutinas diarias y de forma consciente e inconsciente vamos generando acciones negativas, que al transcurrir del tiempo se van convirtiendo en hábitos, y pareciera que dejan de ser nocivas para convertirse en positivas, y así las vamos percibiendo como habituales.

Vamos a enunciar solo algunas de ellas, es necesario que, como integrantes del gran colectivo juarense, vayamos modificando nuestro actuar y fomentemos los buenos hábitos, reitero muchos no los han abandonado, pero otros si los hemos enviado al baúl de los olvidos, enumeramos algunos:

  • Instituciones públicas y privadas, industrias, comercios y casas-habitación abandonan los frentes de sus propiedades y ni por asomo se hacen cargo de su respectiva limpieza

  • Existen un sinfín de edificios y casas-habitación en estado de abandono y se convierten en focos de contaminación sanitaria, ambiental y visual, aparte de que generan lugares propicios para delinquir

  • Cuantos lotes baldíos se encuentran en “engorda inmobiliaria” y no cuentan con bardas perimetrales y solo sirven de depósito de escombro y basura

  • Realizar trámites omitiendo pasos, a través de otorgar alguna dadiva o utilizando documentos apócrifos

  • Permitir un mal uso al equipamiento urbano de los parques, de los camellones, en fin, del espacio público

  • Pasear a los animales de compañía, dejando sus desechos en banquetas, calles y parques; y no tener la atención de recogerlos

  • Sacar a los animales de compañía a la calle, sin ningún tipo de cuidado, los dejan por horas fuera deambulando en la vía pública, con los correspondientes riesgos

  • En las filas de los puentes internacionales hay quien pretende y lo logra, no hacer la fila correspondiente y se mete indebidamente

  • Lo mismo pasa ante el caos vial existente en la Ciudad, muchos se adelantan a las filas tomando otro carril, para ingresar intempestiva y arbitrariamente

  • Al caminar por ciertos fraccionamientos, unidades habitacionales y colonias es común ver vehículos estacionados en forma transversal a la banqueta, obstruyendo el paso de los peatones

  • El omitir deliberadamente algún señalamiento grafico o electrónico de las vialidades, con el argumento de que “voy tarde”, “no viene ningún automóvil”, etc.

  • El utilizar al conducir el automóvil algún dispositivo electrónico, que evidentemente nos distrae y no nos permite conducir con los sentidos puestos en tal acción

  • Abandonar en la vía pública, en un parque, en un arroyo, en un lote baldío, etc. llantas, escombro, basura, muebles, desechos orgánicos, etc.

  • No respetar a los ciclistas en las vialidades primarias, secundarias, etc. o viceversa

  • Arrojar por la ventanilla de un camión o de un automóvil particular, desechos orgánicos y/o inorgánicos

  • Invasión por parte de empresas y particulares del derecho de vía de las acequias; Madre y Del pueblo

Estos son solo algunos ejemplos que nos deben mover de forma consciente, a revisar que hemos dejado de hacer o hemos hecho mal, y asumir a cabalidad cada quien, su responsabilidad ciudadana y compromiso cívico.

No se debe dejar de exigir con respeto y energía; a los tres órdenes de gobierno cumplan con sus responsabilidades constitucionales, que para eso se postularon, ofertaron y solicitaron el voto

Frase para reflexionar:

“No se puede escapar de la responsabilidad del mañana evadiéndola hoy” Abraham Lincoln, político y abogado estadounidense (1809-1865)

¡REPAREMOS… LA VENTANA QUE NOS TOCA!

En colaboración anterior tocamos el impacto que en Ciudad Juárez tiene la teoría de “Las Ventanas Rotas”, que surgió de uno de los experimentos sociales de Philip Zimbardo, y vimos la responsabilidad en la incurren los gobiernos; municipal, estatal y federal, para que la Heroica Ciudad Juárez padezca y parezca un estado de abandono.

En nuestro diario acontecer, y fuera del actuar de los gobiernos, los ciudadanos de a pie, sin distingos de posición económica, social, geográfica, etc. hemos participado casi todos; unos más, otros en menor medida, a que la “Teoría de las Ventanas Rotas” este en plena vigencia en nuestra frontera. Como parte de la explicación de esta teoría, veamos; caminamos por las rutinas diarias y de forma consciente e inconsciente vamos generando acciones negativas, que al transcurrir del tiempo se van convirtiendo en hábitos, y pareciera que dejan de ser nocivas para convertirse en positivas, y así las vamos percibiendo como habituales.

Vamos a enunciar solo algunas de ellas, es necesario que, como integrantes del gran colectivo juarense, vayamos modificando nuestro actuar y fomentemos los buenos hábitos, reitero muchos no los han abandonado, pero otros si los hemos enviado al baúl de los olvidos, enumeramos algunos:

  • Instituciones públicas y privadas, industrias, comercios y casas-habitación abandonan los frentes de sus propiedades y ni por asomo se hacen cargo de su respectiva limpieza

  • Existen un sinfín de edificios y casas-habitación en estado de abandono y se convierten en focos de contaminación sanitaria, ambiental y visual, aparte de que generan lugares propicios para delinquir

  • Cuantos lotes baldíos se encuentran en “engorda inmobiliaria” y no cuentan con bardas perimetrales y solo sirven de depósito de escombro y basura

  • Realizar trámites omitiendo pasos, a través de otorgar alguna dadiva o utilizando documentos apócrifos

  • Permitir un mal uso al equipamiento urbano de los parques, de los camellones, en fin, del espacio público

  • Pasear a los animales de compañía, dejando sus desechos en banquetas, calles y parques; y no tener la atención de recogerlos

  • Sacar a los animales de compañía a la calle, sin ningún tipo de cuidado, los dejan por horas fuera deambulando en la vía pública, con los correspondientes riesgos

  • En las filas de los puentes internacionales hay quien pretende y lo logra, no hacer la fila correspondiente y se mete indebidamente

  • Lo mismo pasa ante el caos vial existente en la Ciudad, muchos se adelantan a las filas tomando otro carril, para ingresar intempestiva y arbitrariamente

  • Al caminar por ciertos fraccionamientos, unidades habitacionales y colonias es común ver vehículos estacionados en forma transversal a la banqueta, obstruyendo el paso de los peatones

  • El omitir deliberadamente algún señalamiento grafico o electrónico de las vialidades, con el argumento de que “voy tarde”, “no viene ningún automóvil”, etc.

  • El utilizar al conducir el automóvil algún dispositivo electrónico, que evidentemente nos distrae y no nos permite conducir con los sentidos puestos en tal acción

  • Abandonar en la vía pública, en un parque, en un arroyo, en un lote baldío, etc. llantas, escombro, basura, muebles, desechos orgánicos, etc.

  • No respetar a los ciclistas en las vialidades primarias, secundarias, etc. o viceversa

  • Arrojar por la ventanilla de un camión o de un automóvil particular, desechos orgánicos y/o inorgánicos

  • Invasión por parte de empresas y particulares del derecho de vía de las acequias; Madre y Del pueblo

Estos son solo algunos ejemplos que nos deben mover de forma consciente, a revisar que hemos dejado de hacer o hemos hecho mal, y asumir a cabalidad cada quien, su responsabilidad ciudadana y compromiso cívico.

No se debe dejar de exigir con respeto y energía; a los tres órdenes de gobierno cumplan con sus responsabilidades constitucionales, que para eso se postularon, ofertaron y solicitaron el voto

Frase para reflexionar:

“No se puede escapar de la responsabilidad del mañana evadiéndola hoy” Abraham Lincoln, político y abogado estadounidense (1809-1865)