Los Hermanos Domínguez, chiapanecos detrás del bolero inmortal “Perfidia”
Los Hermanos Domínguez, originarios de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, dejaron una huella imborrable en la música mexicana
Connie Ramírez / Diario del Sur
En el mundo de la música mexicana, pocos apellidos resuenan con tanta fuerza y respeto como el de los hermanos Domínguez, una familia originaria de San Cristóbal de las Casas, Chiapas que marcó una época dorada en la historia musical del país. Su legado, forjado a base de talento, creatividad y pasión, sigue vigente hasta nuestros días.
Todo comenzó en la primera mitad del siglo XX, cuando don Abel Domínguez y doña Amalia Borrás vieron nacer a una familia numerosa, en la que todos los hijos —Abel, Francisco, Ernesto, Alberto, Gustavo, Armando y Ramiro— mostraron desde muy temprana edad un don natural para la música. Curiosamente, todos llevaban nombres que comenzaban con la letra “A”, como si desde el inicio estuvieran destinados a abrir un capítulo importante en la historia sonora de México.
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Con esa unión fraterna como motor, los hermanos fundaron la Marimba Orquesta La Lira de San Cristóbal, agrupación con la que comenzaron a presentarse en su ciudad natal y, más adelante, en importantes escenarios del país. Su talento no tardó en llamar la atención, y pronto decidieron mudarse a la Ciudad de México para continuar su formación y ampliar sus horizontes.
En la capital, los hermanos Domínguez no solo perfeccionaron su técnica, sino que también llevaron su música a un público cada vez más amplio, ganándose un lugar en la famosa emisora XEW, una de las más influyentes del país. Allí, su orquesta —enriquecida con piano, trompeta, acordeón y saxofón— cautivaba con una mezcla de ritmos tradicionales y modernos, dando origen a un estilo único que los hizo muy populares. El público los conocía cariñosamente como Los Dominguitos.
Tres de los hermanos —Alberto, Abel y Armando— sobresalieron como compositores, escribiendo piezas que se convirtieron en clásicos de la música popular mexicana. Alberto, en particular, revolucionó el bolero al integrarlo con géneros como el jazz, el danzón, el bossa nova y el son. Canciones como “Perfidia” y “Frenesí”, nacidas de su inspiración, se volvieron éxitos mundiales. “Perfidia” fue tan influyente que inspiró una película y permaneció durante 24 semanas como la canción más escuchada en la radio de Nueva York en 1941.
Las composiciones de los hermanos Domínguez no solo conquistaron a México, sino que trascendieron fronteras. Artistas internacionales como Nat King Cole interpretaron sus temas, llevando su música a otros idiomas y culturas. Esta proyección internacional ayudó a posicionar la música chiapaneca como parte esencial del panorama artístico global.
Más allá del talento individual, lo que distingue a los hermanos Domínguez es el espíritu colectivo con el que construyeron una propuesta musical sólida y revolucionaria. Su historia es un ejemplo de cómo el amor por la música, la disciplina y el trabajo en familia pueden transformar un sueño local en un legado universal.
Hoy, la obra de Los Domínguez sigue viva en el repertorio de marimbas, orquestas y artistas contemporáneos que siguen rindiendo homenaje a su extraordinaria contribución. Desde San Cristóbal de las Casas hasta los escenarios internacionales, los hermanos Domínguez siguen sonando con fuerza, recordándonos que la música tiene el poder de trascender generaciones, idiomas y fronteras.